Ferrari y una jornada para el olvido

Ferrari quiere volver a las primeras planas de la Fórmula Uno. Más allá del deseo y el trabajo que se realiza en pos de ese objetivo, la realidad dista mucho de poder plasmarlo en las pistas.

En la clasificación del Gran Premio de Sochi, la escudería italiana tuvo una jornada pésima. En la clasificación dos, cuando restaban alrededor de tres minutos, Sebastian Vettel chocó en la curva cuatro tras perder el control de un extraño modo.

El impacto fue importante, aunque afortunadamente Vettel se encuentra en optimas condiciones. Las secuelas para el SF1000 que conducía fueron importantes pero también hubo otra preocupación en la organización.

Por empezar, se desprendió el alerón delantero y la dirección del neumático derecho también resultó dañada del monoplaza de Ferrari. Claro está, luego de la colisión los oficiales de la carrera anunciaron la bandera roja.

En segundo lugar, Charles Leclerc venía a toda velocidad y se encontró con el incidente de su compañero de equipo. Fue allí cuando se paralizaron los corazones de todo el staff de El Cavallino Rampante, verbalizado por el propio piloto que logró maniobrar correctamente.

Dios mío, eso estuvo muy, muy cerca.

El corredor alemán, miembro de la escudería 15 veces campeona mundial, explicó lo sucedido minutos después del accidente: “Perdí el auto. Ya en la curva 2 había perdido el coche y en la curva 4 volvió a suceder, y esta vez ya no pude corregirlo”.

“En la calificación estaba forcejeando con el coche, sobre todo en el primer sector, pero también estaba tratando de tomar un poco más de riesgo”, agregó Sebastian, quien a partir del año próximo no formará parte de Ferrari.