Balance anual
Amor a tope y bolsillo vacío: la economía de Enrique Ponce en la ruina
Los números del torero habrían sido rojos durante todo el 2020.
Quien es afortunado en el juego, es desafortunado en el amor y viceversa; un refrán que podría calzarle a la perfección a Enrique Ponce.
El 2020 fue un año de cimbronazos en la vida del torero: en junio, dejó su casa en Jaén, su esposa y su familia para marchar a Almería. ¿El motivo? Su nuevo amor de 21 años, Ana Soria.
La relación fue portada de revistas todo el verano y el divorcio con Paloma Cuevas fue un hecho. Sin embargo, seis meses más tarde, el diestro no hay firmado aún los papeles (vídeo última Hora).
Si bien en el terreno amoroso, Enrique se encuentra feliz, lo cierto es que en cuanto a números y economías, la situación es roja. Sería esta la razón, por la cual aún no ha puesto la firma.
Una de sus empresas, “Cetrina S.L.”, ocupada de mantener y usufructuar los olivares de Ponce, viene cayendo en picada. Al cierre de 2019, la situación ya evidenciaba la necesidad de una posible disolución.
Pese a que esta aún no llegó a buen puerto, los números siguen siendo rojos. Pero cabe aclarar, que el rol de Cuevas como apoderada legal es solo representativo, la responsabilidad recaería en el torero.
Otro punto negativo que se suma a la crisis económica de Enrique, está estrechamente ligado al coronavirus. Aunque llegó a torear en el 2020, las corridas disminuyeron considerablemente.
Actualmente, Ponce se encuentra conviviendo en Almería con Ana Soria, aislándose en el amor de los problemas de bolsillo.
