Ana Obregón recupera la esperanza y la alegría gracias a un mensaje de su hijo

Ana Obregón ha logrado concentrar a la mayor cantidad de espectadores en la mítica noche de “Las Campanadas”, que se encargó de conducir en compañía de Anne Igartiburu para RTVE. Con este evento, ha logrado culminar un año muy triste y comenzar el siguiente con un poco más de esperanza.

La presencia de la actriz nuevamente en televisión, ha significado un gran paso en su camino por recuperarse del gran dolor que le ha causado el fallecimiento de Álex. Lo ha hecho con el profesionalismo y el temple que la caracteriza,  el público lo ha notado.

Todos esperábamos ansiosos el momento en que la escritora tomara la palabra, pues confiábamos en que daría un mensaje esperanzador de cara al año que debía recibir en aquel célebre balcón. Y así fue, una vez más no defraudó y sorprendió a los televidentes con palabras muy cariñosas y de agradecimiento a su compañera.

Cuando el evento llegó a su fin, ya en la comodidad y tranquilidad de su hogar, la modelo utilizó su cuenta oficial de Instagram para hacer un balance de cómo pasó aquella noche que ahora no podrá olvidar jamás. En el video de “Chance”, se puede ver que en su análisis dedicó unas líneas especiales a la cantidad de espectadores, pues estaba gratamente sorprendida.

Y es que RTVE ha conseguido 1,5 millones de espectadores más que el año pasado y 1,4 más que Antena 3; según  lo que Ana ha escrito en el citado posteo. Esas cifras la han dejado boquiabierta y más allá de que considera que el rating simplemente “es un número”, la alegra haber llegado a “tantos corazones”.

¡Brava Mamma!

Esas eran las palabras que la guionista escuchó de la voz de su hijo, cuando conoció los datos estadísticos y por primera vez sonrió “de verdad”. Un relato hermoso que no ha dudado en compartir con sus seguidores, quien en definitiva son parte del importante éxito que aún le cuesta creer.

Afortunadamente, Ana Obregón ha vuelto a sonreír como antes y el motivo es el mejor de todos. Su hijo Álex, ha sido siempre su motivo más grande de alegría, y ahora continúa siéndolo, pues su recuerdo vive en la querida bióloga.