COMO EL SOL CUANDO AMANECE
El boleto a la libertad que habría conseguido Victoria Federica para liberarse de su familia
Con 21 años puede ponerle fin a una etapa en su vida.
“Como el sol cuando amanece” Victoria Federica es libre. El pasado verano, según confirman algunas fuentes del medio “Vanitatis”, la benjamina de la Infanta Elena dejó de vivir en el nido de mamá para mudarse a un espectacular piso con su novio Jorge Bárcenas.
Los tiempos de niña y de vivir bajo el techo de mamá terminaron. Desde que Victoria Federica cumplió 18 años ha saboreado las mieles de su tan amada libertad. Antes no podía hacer lo que sus amigos hacían. Una actividad tan sencilla como tomar el colectivo requería de protocolos, escoltas y coches oficiales donde no podía haber ni un solo invitado más que ella.
Esa vieja etapa quedó en el pasado. Ahora la sobri más problemática del Rey Felipe vive una nueva vida y disfruta de las mieles de ser una royal cool. Lamentablemente no pueden decir lo mismo sus primas. La Infanta Sofía y la Princesa Leonor tienen el destino completamente marcado, vigilado por los pasos de la corona. Pero ella no.
La nueva vivienda de la jovencita se sitúa en el entorno del paseo de la Castellana, lugar donde vive su amado Jorge. Los vecinos no pueden asegurar que se mudó al 100%, pero un 99% seguros están de que Victoria Federica hecho raíces porque se la ve seguido por la urbanización, por no decir, a diario.
Habría sido el verano la fecha ideal para despegar. Lo curioso es que mientras Vic, como la llaman sus más cercanos, con 21 años está independizada del ala de mamá, Froilán vuelve a casa. El joven de 23 años transita una etapa momentánea viviendo con la Infanta Elena hasta poder encontrar rumbo y despegar.
Celebramos esta independencia, pero también debemos decir que la personalidad de Victoria Federica siempre fue rebelde y libre. No podemos olvidar la cantidad de veces que fue noticia por sus salidas nocturnas. Esto enfadaba muchísimo al Rey Felipe quien le exigía a su hermana que no de tanto hilo suelto a sus hijos. Pero Froilán y su hermana tienen menos de royal que todos nosotros.
