MEJOR NO DECIR NADA

La confesión de Miguel Bosé que podría dejar mal parada a toda su familia: "Lo llevo en el ADN"

El cantante español reveló secretos de su infancia nada tradicional.
viernes, 12 de noviembre de 2021 · 12:19

La familia Bosé Dominguín siempre ha despertado la curiosidad de muchos, son de los clanes más reconocidos y buscados de la sociedad española, la mayoría son artistas y se destacan por sus personalidades extravagantes, muy poco comunes y casi siempre polémicas, un fiel reflejo de esto es que cada vez que Miguel Bosé abre la boca para decir algo, se arma un verdadero revuelo.

El año pasado, el cantante se la pasó dando titulares nada agradables cuando confesó que se consideraba de la parte negacionista de la población que no creía que la pandemia y el virus fueran reales, recibió tantas críticas y su imagen se vio completamente deteriorada que hasta pasó una temporada con sus redes sociales cerradas, sumado esto a los demás conflictos que tiene con su expareja Nacho Palau y la custodia de sus hijos.

Pero ahora, Miguel Bosé se ha puesto a tope con nuevos proyectos y hasta pasea por México en una maratón de día y medio con el objetivo de promocionar su nuevo libro autobiográfico: "El hijo del capitán Trueno", con este relato narrará las aventuras desde que nació en un hospital de Panamá en 1956, hasta que cuando tenía 21 años se subió por primera vez a un escenario el del Florida Park en Madrid.

La realidad es que Miguel Bosé tiene facilidad para la escritura, por eso mismo, esta vez ha juntado 480 páginas pero dijo que tuvo que recortar unas 300 extras, y también para recordar momentos del pasado que ha plasmado de la mejor manera en el libro. "Tengo una memoria sensorial enorme. Recuerdo los detalles, los olores, los ambientes, los diálogos, lo que se dijo… cierro los ojos y lo recuerdo todo. Es bestial", confesó.

Entre muchos temas que toca el libro de Miguel Bosé, por supuesto que su familia no queda al margen, se encargó de retratar a la perfección la relación bastante complicada entre sus padres, su propia relación como hijo con Luis María Dominguín y hasta el día que se dio cuenta, con 11 años, que tenía que renunciar a ser su hijo. También aclaró que si bien su padre jamás fue un hombre de familia ejemplar que guardaba fidelidad, su madre tampoco lo hizo y se encargaron de tener varios amantes: "Pero no solo la mía hacía el paripé delante de los flashes. Eran todas las de aquella época".

En el libro cuento los celos que yo tenía por ese tema con mi madre. Yo no he sido fiel en mi vida, jamás a nadie. Lo llevó en el ADN.