Las primeras decisiones sobre la herencia de Lucía, la madre de Miguel Bosé

Todavía está presente la herida que dejó Lucía Bosé con su partida. La actriz, pintora y artista mitad italiana mitad española se fue dejando un impecable legado de inspiración y fortaleza. Ahora su familia debe de hacerse cargo de sus bienes y las primeras decisiones han empezado a tomar cartas en el asunto. Claro que muchos de esos movimientos afectan directamente la vida de Miguel Bosé.

Miguel Bosé lo dijo en una entrevista que mantuvo con el presentador Jordi Évole, “mi madre no falleció de covid, hay que acabar con eso”, afirmando nuevamente su postura descreída hacia el virus que tanto nos atravesó los últimos dos años.

Para el cantante de “Café”, el coronavirus no existe ni existió, todo es invento de Bill Gates para dominar y controlar a toda la población mundial. Estos dichos le costaron la clausura de su cuenta de Twitter, disparador necesario para reafirmar aún más su teoría negacioncita.

Finalmente, llegó el tiempo de tomar acciones en cuanto a lo que dejó Lucía Bosé. Convengamos que tiene un gran Clan a su disposición velando por sus intereses y bienes más preciados. Sus hijos están a la orden administrando todo lo que pueden, intentando que su esencia permanezca en este mundo, pero, al mismo tiempo, resolviendo cuestiones prácticas.

Por ejemplo, Lucía Bosé tenía una sociedad junto a su hija Paola Dominguín a la que llamaron Tureart SL. La misma servía para administrar el Museo de los Ángeles, espacio inmenso de más de 2 mil metros cuadrados que antes era una fábrica de harina.

Este negocio no prosperó lo suficiente, aunque tuvo un buen comienzo. Sin embargo, últimamente, la sociedad registró números positivos asentados el pasado octubre del 2020, época en donde su principal referente ya estaba fallecida pero que, aún así, asentaba varios ceros.

Otra sociedad al nombre de la madre de Miguel Bosé también registra ciertos números contables. Lumi Sl es el espacio donde administraban varias propiedades inmobiliarias. Ambas sociedades están hoy en veremos “veremos qué sucede”. Mientras tanto, la incógnita más grande es ¿Qué pasará con la famosa casa azul? ¿apareció un comprador? ¿realmente tiene valor esa propiedad histórica donde supo vivir una mujer tan importante como la gran Lucía Bosé? Preguntas que quizás pronto den a la luz su respuesta.