El día que Julio Iglesias decidió volver a un sitio inesperado a resolver problemas de su juventud

Hace más de un año que sabemos muy pocas cosas de Julio Iglesias, justamente desde que inició la pandemia,  el artista se ha retraído en su mundo alegando que le temía demasiado al virus y volvería recién cuando el mundo fuera un lugar más seguro. Igualmente hace poco ha tenido que salir a aclarar algunas cuestiones como su estado de salud, que mantenía a sus seguidores preocupados, aunque él ha admitido que está lo mejor posible a su edad.

Pero más allá de que Julio Iglesias sea uno de los artistas con más discos vendidos en el último siglo, debemos remontarnos a muchos años atrás si queremos conocer de cerca su historia. En realidad él era portero en los juveniles del Real Madrid, pero un accidente automovilístico en 1962 le cambió los planes.  Durante su recuperación,  al verse imposibilitado a volver a jugar, comenzó a componer con una guitarra que un médico amigo de su padre le regaló, desde entonces el curso de su vida dio un completo giro, aunque en varias oportunidades han criticado su forma de cantar.

Lo que tal vez desconocemos, es que además de su faceta futbolística, Julio Iglesias cursaba por entonces también derecho en la Universidad Complutense de Madrid. Había ingresado cuando tenía 17 años y lo llevaba muy bien, pero el mismo accidente que lo hizo desistir a la fuerza del fútbol y lo acercó a la música, también lo obligó a dejar la carrera  cuando tan solo le faltaba una materia para recibirse.

De hecho con el accidente, el cantante español había dejado demasiadas cosas atrás, puesto que le dijeron que posiblemente dejaría de caminar, la recuperación fue una cuestión muy larga. Pero en junio de 2001 llegó por fin a la meta, puesto que la Universidad Complutense de Madrid resolvió finalmente aprobarle la materia porque tan sólo le quedaba una para recibir el título.

De hecho habían cambiado las normas para ellos en casos como el de Julio Iglesias, un tribunal de compensación decidió resolver dale el título, en realidad dejarlo rendir aunque ya haya pasado el tiempo, eso es justamente lo que hizo el artista. Lo llamativo es que, debido a su fama, el campus tuvo que tomar ciertos recaudos para que sus admiradores no asaltaran el lugar conmovidos por lo que iba a suceder.

Pero pese a todas las medidas que tomaron, los de la Universidad no se salvaron de que la gente fuera a pedirle autógrafos a Julio Iglesias, tanto cuando entró como cuando salió aprobado. Pero de esa manera es como llegó por fin a sus metas pospuestas a pesar de todo el éxito que eso le trajo.