NO TODO ES LO QUE PARECE

Las razones ocultas de Rocío Jurado para dejar fuera de la herencia a Gloria Camila y José Fernando

La más grande quería a sus tres hijos por igual.
domingo, 26 de diciembre de 2021 · 11:30

Después de la emisión de "El último viaje de Rocío", donde se destaparon muchos secretos de la herencia de Rocío Jurado de la mano de Rocío Carrasco, han quedado cientos de cabos sueltos, sobre todo en lo respecta a la parte que jamás les llegó sus otros dos hijos legítimos: Gloria Camila y José Fernando.

Rocío Jurado nombró heredera universal a Rocío Carrasco y eso siempre fue un completo misterio, puesto que la chipionera sentía cariño hacia todos por igual. Muchos creen que en esta repartición Gloria Camila y José Fernando terminaron perdiendo. El principal motivo que han declarado sus allegados fue que la diferencia se trató simplemente porque los menores tenían a su padre; en cambio, su primogénita ya había perdido a Pedro Carrasco.

"Estaba feliz por esa adopción y declaraba que ella no hacía distingo, aunque luego en la herencia sí, por motivos prácticos", señalan fuentes que conocían a Rocío Jurado. El patrimonio que recibió finalmente Rocío Carrasco se tasó en 7 millones de euros, que correspondían a toda una vida de trabajo de la cantante. En este sentido, decidió prever la situación económica de sus hijos, aunque en lo sentimental los quería por igual.

Entre la fortuna de la más grande, se encontraban muchos bienes inmobiliarios repartidos entre Madrid, su Chipiona natal y Miami, invaluables joyas y su enorme legado artístico, que poseía 9 películas y 27 discos. Eso sin contar que también dejó manuscritos y documentos inéditos, que son los que empleará ahora Rocío Carrasco en la segunda parte del documental revolviendo toda la historia familiar.

Lo que recibieron Gloria Camila y José Fernando fue el tercio de libre disposición. Entre esto, estaba la casa de La Moraleja, que tenía una cláusula que debía venderse en menos de dos años después de la muerte de Rocío Jurado y repartirse entre sus tres hijos. Por eso, José Ortega Cano se fue a vivir a la finca de Yerbabuena. De esa casa se guardaron los contenedores que se usaron para el audiovisual del homenaje. "Yo no sé nada de esto, me fui de aquella casa con lo puesto. Me lo comunicó y yo cogí mi ropa, a mis hijos y me fui a La Yerbabuena. Entonces, no tenía la cabeza para pensar en lo que dejaba o en reclamar nada", explicó el diestro.

Yo no hablé nunca con Rocío de eso, no sabía ni que había ese testamento. Yo me negaba totalmente a hablarlo con ella. Creo que Rocío habrá tenido sus motivos para decidir poner en venta la casa en la que vivíamos, yo respeto muchísimo su decisión, su voluntad.