Fuera de foco

La mujer que separó por amor a Julio Iglesias y a su padre, Papuchi

El cantante se habría distanciado por una decisión de su padre.
viernes, 2 de abril de 2021 · 18:00

El doctor Iglesias Puga, el padre de Julio Iglesias, tomó la decisión de darse una segunda oportunidad de enamorarse y formar una nueva familia, incluso a costa de la separación más o menos definitiva de su hijo. Papuchi fue sin duda uno de los personajes más interesantes de la prensa del corazón, porque como su hijo, tenía la empatía y el carisma para ganarse a media España cada vez que participaba en algún plató de televisión.

Miles de anécdotas quedaron tras la partida del doctor Iglesias Puga, el hombre que heredó a su hijo, la buena suerte que tuvo siempre con las mujeres, porque el padre del cantante supo rodearse de un gran historial amoroso. Aprovecharemos la ocasión para recordar a su viuda, Ronna Keitt, la mujer que marcó el corazón del médico.

Julio Iglesias no estuvo de acuerdo con el matrimonio de su padre.

Ronna y Papuchi tuvieron dos hijos, el menor de ellos nació luego de su fallecimiento pasados los 70 años. Después de la muerte del padre de Julio Iglesias, su segunda y última esposa decidió desaparecer de la escena pública junto a sus retoños. La exmodelo vive actualmente en el condado de Jacksonville, en Florida, junto a Jaime y Ruth, de 18 y 15 años respectivamente, que son los hermanos menores del cantante que por distancia o falta de interés no mantienen un vínculo estrecho con su familia paterna.

Papuchi y Ronna tuvieron dos hijos.

Ronna y sus hijos tampoco tienen relación con los hijos de Julio Iglesias, el mismo Julio José indicó que cree que la última vez que vio a la esposa de su abuelo fue en Marbella cuando Papuchi aún estaba con vida. Actualmente, la viuda del doctor tiene 57 años y mantiene una vida alejada de las cámaras y el punto mediático. A pesar de que vive en un lujoso vecindario de corte residencial, prefiere pasar desapercibida y que sus hijos lleven una vida lo más normal posible.

Deseo mantener mi vida y la de mis hijos de una forma privada. Cuando eran más pequeños permití que fueran fotografiados, pero después me di cuenta de que era una equivocación.