PUDO SUPERARLO

La historia de Julio Iglesias que nada tiene que ver con la música y que casi le costó la vida

No todas son anécdotas felices en la vida del madrileño.
miércoles, 21 de abril de 2021 · 03:00

Cuando el éxito abruma, queda poco tiempo para poner el foco en el pasado o en aquellas historias que quizás no son las que más enorgullecen a los artistas y puede que por eso es que muy poca gente conozca todo lo que hay detrás de Julio Iglesias. Y es que antes de convertirse en el hombre de reconocimiento mundial que hoy todos conocemos, tuvo que atravesar una serie de encrucijadas de las que sin dudas salió fortalecido.

Estamos haciendo referencia al accidente en coche que sufrió el intérprete de “Me olvidé de vivir” y que terminó con sus expectativas de ser jugador de futbol profesional. El siniestro tuvo lugar en el año 1964, casi le significó quedar en silla de ruedas de por vida y recién logró recuperarse (y no por completo) al cabo de dos años. En este periodo el vocalista pasó muchísimo tiempo postrado en una clínica y allí descubrió que la música funcionaba no solamente como su terapia sino también como una forma de expresión que podría darle un giro a todos esos sueños que ya veía truncos.

Algunos allegados a la obra de Julio Iglesias aseguran que fue uno de los enfermeros que lo cuidaba quien le regaló su primera guitarra, de manera que el talento del padre de Enrique no habría sido cultivado desde pequeño ni con mucho estudio como sucede con algunos de sus colegas, sino que fue una escapatoria accidental. En esa etapa de reposo además de ejercitar los músculos de los brazos y las manos, también realizó sus primeras composiciones.

El tiempo pasó y luego de muchos años y ya de regreso en España luego de haber estado estudiando en Londres, Julio Iglesias se contactó con un productor para venderle las composiciones y fue entonces que ese hombre de alguna manera vio en el artista lo que no percibía ni él mismo. Le planteó que en lugar de comprarle las canciones para que otro las interpretara, era buena idea que fuese él quien las cantara.

De ese modo el madrileño comenzó a dar sus primeros pasos firmes en calidad profesional, algo que jamás imaginó ni remotamente que sucedería. Julio Iglesias pensó que su vinculación más cercana con la música sería desde el ámbito de compositor al mejor estilo Armando Manzanero. No obstante terminó convirtiéndose en el líder indiscutible de la canción, y por supuesto, también de los corazones.