PARA TENER EN CUENTA

Dieta mediterránea, el secreto de los antiguos para preservar la salud del corazón

Una guía básica para empezar a incorporar un nuevo modo de alimentarte pensando en el bienestar.
miércoles, 28 de abril de 2021 · 19:49

Luego de la economía, el cuidado de la salud debe ser la mayor causa de preocupación en las sociedades actuales y por consiguiente, uno de los principales campos de estudio de las comunidades científicas. Existe una infinidad de elementos que determinan en mayor o menor nivel la calidad de vida y el grado de salubridad de las poblaciones, por ejemplo el ambiente, las posibilidades de socialización, el acceso a los recursos naturales, etc. Pero hay un cuarto factor que quizás es el más importante o el que engloba a los anteriores: la alimentación. En ese sentido es que existen cientos de tendencias diferentes, que discrepan entre sí y otras que se apoyan pero una de las más aceptadas es la dieta mediterránea.

Los estudios en relación a la dieta mediterránea no son nuevos e incluso mucho antes de que se formalizaran los conocimientos, era el modo de consumo de los nativos de las costas mediterráneas (de ahí su nombre). Sin embargo el interés institucional y académico empezó aproximadamente en la década de los sesenta, de observar que las enfermedades coronarias eran menos letales en España, Italia y Grecia que en Estados Unidos y el norte de Europa. Inmediatamente los investigadores fijaron la atención en las costumbres de los habitantes de unos y otros ciudadanos y las respuestas no tardaron en aparecer.

En la actualidad la dieta mediterránea constituye uno de los planes más reconocidos por los especialistas en nutrición y de hecho organismos internacionales la abalan como una de las mejores maneras de preservar la vida del corazón. Se trata de una propuesta que además de ser saludable y deliciosa, es sostenible en el tiempo porque no plantea ningún tipo de restricción sino más bien sugerencias en relación a la elección de los alimentos.

Es posible definir cuatro pilares fundamentales en este paradigma alimentario que son las bases principales: consumo diario de productos de origen vegetal (frutas, verduras, cereales), consumo semanal de aves, pescados y huevos, raciones moderadas de lácteos y consumo acotado de carnes rojas. Pero eso no es todo porque desde esta perspectiva se plantea una mirada holística que no solamente atañe a la comida en sí misma sino que intenta reforzar la idea de que los momentos de ingesta deben ser amenos, de disfrute con seres queridos y que además se debe mantener un estilo de vida activo.

Si este artículo te ha resultado interesante hasta aquí entonces te servirá de mucho definir algunos parámetros por los cuales puedes comenzar a incluir la dieta mediterránea en tu día a día. Lo primero es que a la hora de pensar en un menú te enfoques en los vegetales (frutas y verduras) como opción principal y no en carnes rojas y si deseas consumir proteína de origen animal, entonces preferentemente escoge pescados y mariscos. En segundo lugar, intenta incluir el aceite de oliva como materia grasa de reemplazo a la mantequilla, además de ser delicioso, es espectacular como aportante de grasas no saturadas o saludables. Finalmente, reduce el uso de sal en las comidas y reemplázala de a poco con más hierbas o especias que resalten sus sabores originales.

La dieta mediterránea es una opción ineludible para todos aquellos que están ávidos de un cambio en sus rutinas y quienes ya se han lanzado a ese camino aseguran que jamás volverían a comer como lo hacían antes. Además de preservar tu salud coronaria por mucho tiempo, notarás una evidente mejora en tu calidad de vida en general, lo cual es absolutamente provechoso en todos los sentidos.