INDIGNANTE

Las crueles comparaciones con la Infanta Sofía que afectan la autoestima de la Princesa Leonor

La heredera sufre ante la imposibilidad de no ser igual que la benjamina así lo intente.
viernes, 7 de mayo de 2021 · 12:47

Hay tratos injustos que ni siquiera con todo su poder e influencia, los Reyes Felipe y Letizia pueden evitar sobre todo a nivel mediático. Ni siquiera confinar a la Princesa Leonor y la Infanta Sofía al resguardo de "Zarzuela", las deja exentas de comentarios hirientes y mucho más despectivo aún, odiosas comparaciones que las miden a una fuente a la otra.

En este caso, el discurso que sostienen medios como "El Nacional" de Cataluña, no se refieren a las clásicas diferencias institucionales que tarde o temprano separará el destino de las hasta ahora, indivisibles hermanas. Que si la Princesa Leonor opaca a su hermana o que la pequeña Sofía se siente desplazada incluso a nivel familiar. El juego trasciende y en este ánimo, quien lleva las de perder es justamente la heredera del Rey.

Contrario a lo que parece, la Princesa Leonor sabría que Sofía tiene una personalidad más extrovertida que la suya.

Desde la posición de este rotativo, si se pudiera elegir entre la Princesa Leonor y la Infanta Sofía para nombrar a una de las dos en el trono, la opción ganadora sería la segunda, sin duda alguna. ¿La razón? Pues se destila que resulta "injusta" la ponderación y atención que recibe la Princesa Leonor, si en líneas comparativas, quien más brillaría entre las dos sería la menor, paradójicamente, la "marginada" de la Institución Monárquica.

Tiene mucho encanto y carisma, se ilusiona y entusiasma con todo, habla mucho (muy dicharachera) y dice lo que piensa. Sensible, creativa, mimosa, simpatiquísima, chistosa, inquieta y libre. La más espontánea de los cuatro y en palacio, tiene fama de terremoto.

Se comenta que la Princesa Leonor ha querido imitar algunas conductas de la benjamina.

Con la Princesa Leonor, no ha habido tanta condescendencia: Jaime Peñafiel la llamó "monstruo", al asumir que la joven es una copia al carbón de su madre Letizia, a menudo se destaca la personalidad de otras herederas y en una mirada a la primogénita de Felipe VI se la considera "pepona", "apagada", "rígida" y "cero personalidad". Hasta han criticado su caminar llamándola "encorvada" y de último "aniñada y pija".

Pero según este medio digital, la Princesa Leonor siempre será la prioridad de sus padres. Desde esta tribuna se desmiente el apoyo que recibiría Sofía por parte de Letizia, quién estaría abocada en cuerpo y alma a la formación de la hija mayor, si a fin de cuentas es la quien garantizará la permanencia de la Corona como el costado representativo del Poder Español. A la otra niña, no le haría falta tanto esmero, si su papel será totalmente secundario, considerando que decida decantarse por permanecer como la eterna escudera de la futura Reina.

Tanto la Princesa Leonor como la Infanta Sofía son muy diferentes, compararlas es cruel e injusto.

¿Qué queda entonces para la benjamina de los reyes? Rebelarse, rebelarse de un destino que no pidió y mucho menos si refleja una clara desventaja frente a su hermana en todos los sentidos de la vida. Y así, a juzgar por "El Nacional" lo ha comenzado a hacer: su primera reacción contra su padre, la tuvo cuando éste mandó a hacer un cuadro en el que solo aparecían él y la Princesa Leonor como protagonistas. A pesar de que se trataba de un tema sucesoral, la incomprensión de la niña forzó a su padre a pedir otro nuevo con la familia completa.

Pero otro detalle que revela este medio, sería más específico en el ánimo de la Infanta por separarse de la heredera: no abrirse los agujeritos de las orejas. Mientras que la Princesa Leonor los lleva desde los ocho años y de vez en cuando toma prestados algunos pendientes del joyero de su madre, Sofía se mantiene en su negativa. Sin embargo, esto es solo un indicativo, no una decisión de vida. Podría muy bien abrirlos cuando cumpla los 15 años o los dulces 16 según convenga, o a los 18 cuando frente a la ley sea adulta y pueda tener mayor control sobre algunas decisiones.