Lección aprendida

La victoria de Isabel Rábago luego de haber atravesado una verdadera tormenta

La periodista no tuvo más remedio que tomar cartas en el asunto y enfrentar la situación.
domingo, 6 de junio de 2021 · 16:26

Esta vez Isabel Rábago salió victoriosa, pero su historia nos deja una gran enseñanza de la cual debemos estar más que atentos. La periodista ha ganado una riña judicial contra su acosador, una persona que la hostigaba por internet y hoy está tras las rejas.

 

Isabel Rábago recibió en su casilla de mensaje un corre de una persona que afirmaba tener una denuncia contra José Antonio Avilés. Sin embargo, la periodista decidió ignorar este pedido ya que, por su olfato periodístico, intuía que algo no andaba bien.

Su instinto tenía razón. No solo que la denuncia era falsa, sino que el comportamiento de esta persona fue muy avasallante y atropellador. Comenzó a decirle cosas indescriptibles por internet, llegando incluso a las amenazas que encendieron las alertas de Isabel Rábago.

Las amenazas verbales cruzaban todo tipo de límite y cordura. La periodista sintió miedo y tuvo que acudir a un asesoramiento profesional de modo tal que le indiquen cómo proceder. Tengamos en cuenta que, al ser un entorno virtual, las cuestiones legales se ponen un poco híbridas.

Lo sucedido con Isabel Rábago ha venido a imponer una valiosa lección y a marcar un camino de procedimiento admirable. Emitió la denuncia ante las autoridades y estas respondieron a su favor. Advirtieron un prontuario altamente peligroso de su adversario y no dudaron en enviarlo a la cárcel por este motivo.

Todo lo que es ilegal en la vida real, también lo es en estas plataformas.

Afirmaba Isabel Rábago, pero también advierte que todo este asunto no se trata de un mero trámite sencillo de digerir. Todo lo contrario, con una experiencia atravesada por el terror, el miedo y la ignorancia ante estos temas, dijo:

Hay que denunciar porque nunca sabes quién está detrás de las amenazas. No dejéis pasar absolutamente nada. La justicia funciona, pero tienes que ir a la Guardia Civil y enfrentarte a un juicio penal que no es agradable.

 

Y lo dirá ella que sabe demasiado sobre este asunto. El mensaje y la lección que ha dado Isabel ha sido admirable. Actualmente transita su trabajo y su rutina con total normalidad, sabiendo a ciencia cierta que hizo lo correcto y que hoy es reconocida por ello.

Las amenazas cambiaron su vida, así lo dijo de forma explícita y seguramente así lo sea. Sin embargo, seguir su intento de alerta la llevó a protegerse de una persona que ¡madre mía, lo que podría haber hecho! Una historia con un final feliz.