NO LE QUEDÓ MÁS REMEDIO

La difícil etapa en la que Camilo Sesto tuvo que dejar de lado la música

El cantante tuvo que luchar contra viento y marea antes de convertirse en una estrella.
miércoles, 9 de junio de 2021 · 02:30

Camilo Sesto dejó este mundo con una larga trayectoria musical marcada por el éxito que lo llevó a convertirse en uno de los artistas más reconocidos de España. A lo largo de su carrera llegó a vender más de 400 millones de discos, se subió a distintos escenarios del mundo y desde allí pasó ser un fenómeno de masas. 

Si bien su inicio en el mundo de la música fue como cantante de un pequeño grupo de rock de su tierra natal Alcoy, gracias a las letras de sus canciones que inspiraron a muchas generaciones de jóvenes, se consagró como uno de los mejores solistas de todos los tiempos.

Pero la realidad es que antes de llegar a ser una estrella de fama internacional, Camilo Sesto atravesó momentos muy duros en los que tuvo que luchar contra viento y marea para poder cumplir su sueño. Él era una persona que llevaba el arte en sus venas, pues así como sentía pasión por la música, también la tenía por la pintura.

Una etapa de su vida que conoceremos en profundidad cuando en el próximo otoño salga a la venta el segundo volumen de su biografía, en la fecha en la que se cumplirá el segundo aniversario del fallecimiento del alicantino. Un recorrido por su vida como a él le hubiera gustado que se contara. 

Sin embargo, en esta nota te brindaremos una adelanto de lo que vivió Camilo Sesto antes de convertirse en una verdadera estrella. Particularmente nos situaremos en el momento en el que tuvo que dejar de lado la música para vender cuadros pintados a mano por él mismo para poder comer.

En alguna de las tantas entrevistas que brindó a la prensa, el oriundo de Alcoy confesó que cuando la música no le daba lo suficiente, la pintura lo ayudó para vivir. "Me encerraba en un sótano de La Elipa, sin saber si era de día o de noche, a pintar y a pintar para comer. Eran cuadros comerciales, claro, pero tenía que vivir de algo", aseguró en su momento. 

El compositor reveló que al principio fue muy duro tener que abandonar su sueño pero sabía que era necesario: "No llegué a pasar hambre cuando pintaba pero miraba mucho los escaparates de los ultramarinos. Nos quedábamos allí mirando los jamones colgados", reveló

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