UNA AUTÉNTICA PESADILLA

El verdadero motivo que habría logrado alejar a Irene Rosales de "Viva la vida" para siempre

La mediática fue protagonista de un hecho desagradable que no logra superar.
sábado, 17 de julio de 2021 · 10:18

La semana pasada, el mundo de la tertulia española quedaba perpleja ante la noticia que tenía como protagonista a Irene Rosales. La esposa de Kiko Rivera, quien desde hace años se desempañaba como colaboradora en "Viva la vida", anunció que decidió tomarse un tiempo para ella y abandonar sus trabajos en los medios de comunicación hasta nuevo aviso.

La televisiva comenzó que el pico de estrés en el que está sometida frente al trabajo, la crianza de sus hijas, la depresión del duelo ante la pérdida de sus padres en muy poco tiempo y el no poder sobrellevar los escándalos que protagoniza Kiko Rivera con su núcleo familiar le está imposibilitando estar en calma y por ello decidía dar un paso al costado en su trayectoria televisiva.

Es una decisión clara, la llevo pensando desde hace semanas. La tomo ya para que no vaya la cosa a peor.

"No estoy bien, estoy de bajón por un cúmulo de cosas. No he parado desde hace más de un año, por lo de mis padres, después el conflicto de Kiko; he querido llevarlo todo adelante pero llega un momento que no puedo más. No aguanto esta necesidad de tener que estar continuamente dando explicaciones. No soy capaz de estar en este conflicto en el que no tengo nada que ver", declaró la nuera de Isabel Pantoja con la voz resquebrajada y el corazón destrozado, cerrando su etapa como tertuliana.

Con el correr de los días, varios curiosos se lanzaron a la búsqueda de las verdaderas razones que llevaron a Irene Rosales a tomar la fatídica decisión y la versión brindada  por su cuñada, Isa P, suena más que convincente. Esta semana, la heredera de la cantante comentó en "El Programa del verano" que Irene Rosales estaba exhausta de recibir amenazas de muerte en su domicilio. 

Esto tendría cierta lógica porque semanas previas a su decisión, Irene comentó en "Viva la vida" el desagradable hecho que la atormentaba. “Recibo en casa cartas, como tres o cuatro cartas a la semana, de gente desconocida donde lo más bonito es que somos unas malas personas. Imaginaros todo lo demás. Muchos me estáis diciendo que denuncie, pero no puedo denunciarlo porque la mayoría de las veces viene sin nombre. Tan solo pone el nombre de mi marido o mi nombre y nuestra dirección y ya está”, había comentado la mediática.