El único amor por el que Rocío Jurado fue capaz de dejar de lado sus sueños

Por más que hayan pasado varios años desde su partida, Rocío Jurado sigue presente en el corazón y memoria de todos aquellos que fueron cautivados con cada una de sus melodías, aquellas que traspasaron la barrera del idioma e incluso la de las edades.

Pese a que su vida no ha sido propiamente como un cuento de hadas o tan fabulosa como lo ha sido su carrera artística, hay que decir que “La más grande” siempre se mantuvo fiel a ese primer amor que marcó para siempre su vida.

Rocío Jurado nunca olvidó sus raíces y todo el amor que sentía por su tierra. Chipiona era el lugar que más quería en el mundo y por esa razón instaló su gran mansión ahí, formó su familia y regresó cada vez que tenía oportunidad.

Entre muchas cosas a las que era devota y fiel, Rocío Jurado tenía un fuerte apego a la religión y por sobre todas las cosas le pedía demasiado siempre a la Virgen de Regla, que justamente es la patrona de Chipiona y por lo visto muy milagrosa para ella.

Rocío Jurado tenía mucha fe en cada pedido que le hacía a la Virgen de Regla, y aunque poco se sabe de cuáles fueron exactamente los asuntos que le cumplió, por lo visto eran bastantes, porque la chipionera nunca dudó en cumplir cualquiera sea la promesa que hubiera hecho.

Pese a sus numerosos compromisos que llenaban su agenda, la madre de Rocío Carrasco siempre cumplió con su palabra y el día de la fecha de su patrona era la primera en decir presente.

Cabe acotar que, en más de una oportunidad, Rocío Jurado debió dejar de lado grandes aspiraciones, sin embargo, para ella todo valía la pena, en vista de que se trataba de ofrecer lo mejor para ese amor que le cambio la vida.