Julio Iglesias recordó con profundo pesar el episodio que casi lo obliga a dejar la música

Cuando se hace referencia a Julio Iglesias siempre se ha creído que todo ha sido de color rosa para el cantante debido al gran éxito que ha tenido desde muy joven, pero, lo cierto es que al madrileño le ha tocado vivir uno de los momentos más angustiantes de su vida y del que poco se sabe.

A través del cuarto y último episodio disponible del Podcast que el padre de Enrique Iglesias ha brindado a "¡HOLA!" por cumplir cincuenta años desde que ha salido a la venta su primera portada en la revista, se ha podido conocer más a fondo al exmarido de Isabel Preysler, quien ha revelado cómo ha sido el episodio que lo ha marcado de por vida. El secuestro de su padre, Julio Iglesias Purga.

Trascurría la mañana de 30 de diciembre del año 1981 en Miami, mientras se encontraba trabajando en su álbum número 15 (“Momentos”), cuando su manager Alfredo Fraile le ha comunicado que su padre se encontraba desaparecido. "¿Qué le ha pasado?" Fueron sus palabras al momento de conocer la noticia, sin saber que lo sucedido era un secuestro por parte de ETA.

El único dato que tenían sobre el padre del músico es que había accedido durante esa mañana a ser entrevistado, para tal encuentro había sido recogido por una camioneta y desde allí no se supo nada más, tanto es así que durante los 20 días que duró el secuestro, fueron pocas las noticias que se tuvo al respecto.

Con toda la prensa focalizada en la desaparición, se ha sabido que durante ese tiempo el cantante se echaba la culpa de lo sucedido. Entre tanto, decidió que su mujer de ese entonces, Isabel Preysler, junto a sus tres hijos, Julio Jr, Enrique Iglesias y Chébeli se mudaran a Miami, para así sentirse seguro de que nada les pasaría a ellos también.

Al pasar los días y semanas secuestrado y con toda la policía de España persiguiendo pistas, en uno de los allanamientos por otro caso, pero de la misma agrupación terrorista, se dio con el paradero del padre de Julio Iglesias, sano y salvo. Dato no menor, es que no se llegó a pagar ningún rescate, ya que no lograban recibir comunicación de parte de los secuestradores.

“Es muy importante para su hijo, se nota que lo quiere”, fueron las palabras que recuerda por parte de ETA Don Julio al reencontrarse con su familia luego de estar privado durante dos semanas y media de su libertad. Sin duda este suceso tan delicado y de suma peligrosidad hizo replantearse al madrileño si valía la pena arriesgar todo por ser exitoso.