DETALLES DESCONOCIDOS

La verdad sobre cómo Isabel Preysler conquistó los corazones de los hombres de su vida

La hispano-filipina siempre estuvo en el foco de todas las miradas.
martes, 27 de julio de 2021 · 04:00

Isabel Preysler es uno de los rostros más conocidos de España, varios son los motivos por los que esta mujer de origen filipino logró destacarse en el mundo de los famosos sin necesidad de demostrar si era talentosa en algo o no. Su personalidad, su estilismo y sus modales parece que fueron suficientes para que la socialité se convirtiera en una de las figuras más distinguidas en los círculos sociales más altos del país.

Además, la hispano-filipina no tardó en convertirse en una gran conquistadora de hombres cuando arribó a España con apenas 20 años de edad, luego de que sus padres decidieran enviarla a Madrid para que estudiara Secretariado Internacional y pudiera olvidarse de su primer pareja 15 años mayor, Juni Kalaw. Fue en esa época que la oriunda de Manila comenzó a hacerse conocida en las esferas de la alta sociedad porque acudía con frecuencia a las fiestas que organizaban los miembros pertenecientes a esta clase.

De hecho, en una de esas fiestas que había planeado Juan Olmedilla, Isabel Preysler conoció a Julio Iglesias. Aunque el cantante en ese momento estaba saliendo con Jean Harrington, tenía intenciones de acercase a ella, pero Isabel se marchó de la celebración antes. Sin embargo, el reconocido RRPP, Julio Ayesa, se encargó de que ambos se cruzaran en otra fiesta organizada en la Casa de Campo de Tomás Terry. Esa noche, Julio acompañó a Preysler hasta su casa y, luego de acudir juntos a un par de conciertos, se casaron. Meses después de su boda, celebrada en enero de 1971, nacía su primera hija en común, Chábeli Iglesias.

Pero el matrimonio de la hispano-filipina y el cantante español no funcionó, ya que ella no podía soportar las constantes ausencias de él. A los pocos años decidieron separarse, ya con Enrique y Julio Junior en la familia. Fue tiempo después que la socialité volvió a decir presente en aquellas fiestas de la alta sociedad. Así fue como conoció a Carlos Falcó, con quien también se casó y tuvo una hija a la que llamaron Tamara. De la mano del marqués de Griñón, ingresó al mundo de la élite aristocrática de España, donde Carlos tuvo un papel importante en su cambio de imagen. Él fue quien le enseñó cómo debía vestirse para estar acorde a los estándares. De hecho, ella misma llegó a confesar en una entrevista que eso fue lo que la conquistó cuando lo conoció: "Descubrí que lo que más me gustaba de él era su sentido del humor, su refinada educación y su cortesía".

Luego, Isabel Preysler fue protagonista de un escándalo nacional en 1982 cuando se conoció que había iniciado un romance con el que fuera Ministro de Economía en aquella época, Miguel Boyer, a quien conoció en una de las tertulias que organizaba Mona Jiménez. "Siempre había pocas mujeres en mis almuerzos. Un día una amiga me llamó para decirme que a Isabel le apetecía venir a mis lentejas y le dije que encantada. Así conoció Isabel a Miguel. Fue un flechazo", reveló la periodista peruana a ABC. Cuando su relación ya había sido confirmada por ambos, Preysler confesó: "Es verdad que me fascinó Miguel. Al principio empezamos con un almuerzo, una cena, hablando. Me dije: ¡Qué interesante es este señor! Era muy brillante, tenía mucho sentido del humor. No fue culpa de Carlos, fue mía, qué quieres que te diga. Lo sentí muchísimo por él, pero me enamoré".

Aunque su historia de amor comenzó siendo muy problemática y tuvieron que ocultarla por muchos meses, en 1988 se animaron a pasar por el altar y estuvieron más de 20 años juntos. Miguel Boyer partió de este mundo en 2014 y en 2015 se conocía que Preysler y el famoso escritor peruano, Mario Vargas Llosa, estaban en una relación. Actualmente la pareja convive bajo el mismo techo y aunque no tienen planes de casarse, ambos se muestran muy felices. Además, en varias ocasiones, la propia Isabel manifestó que no siente necesidad de planear una boda porque cree que su vínculo funciona muy bien sin tener que firmar ningún papel.