Sin escapatoria

El pesar de Joaquín Sabina que terminó por arrebatarle la paz y la tranquilidad

El músico no se pudo contener ante una determinada situación.
martes, 17 de agosto de 2021 · 06:30

Al igual que muchos artistas, lo que mantiene vivo a Joaquín Sabina es la capacidad de poder expresarse a través de la música, de hecho, es algo que él destacó en reiteradas oportunidades. Ante la pandemia, el músico desveló que se sentía totalmente afectado por no poder salir de gira, pues "se trata de la única gimnasia que lo mantiene de pie".

Sin embargo, por el momento, no se supo nada respecto a su regreso a los escenarios. Aún quedan dudas si en algún momento decidirá o no volver a agasajar a sus fanáticos, quienes lo siguen desde hace ya cuatro décadas. Lo cierto es que el confinamiento le sirvió a Joaquín Sabina para recuperarse de las consecuencias del accidente que tuvo en el escenario en el mes de febrero de 2020.

Creo que cometí un error, Serrat dice que no, que fue una cosa muy rara. Ando con dos operaciones, una en el hombro, tengo hasta titanio, y otra de un hematoma en la cabeza.

Manifestó el músico de Úbeda a Jordi Évole en una de las primeras y únicas entrevistas que otorgó el año pasado, donde también aseguró que se encontraba recuperándose perfectamente de todas sus dolencias. En este contexto, lo que llamó la atención de todos los espectadores fue la tristeza que tenía marcada en su alma Joaquín Sabina y que se pudo apreciar a través de su mirada.

De acuerdo a lo expresado, Joaquín Sabina estaba sobrellevando de la manera que mejor podía la pandemia, ya que se había tomado bastante tiempo para meditar y reflexionar sobre muchos aspectos de su vida, una especie de introspección que le sirvió para sacar lo positivo de la crisis sanitaria.

No obstante, existía algo con lo que el poeta no podía lidiar: "En los últimos días la llevo un poco peor, porque me parece atroz no poder ver a mis hijas, no poder darles un beso, también a mis amigos. Además, como no uso redes sociales y Skype en este terreno estoy muy aislado. Yo he llevado muy bien la soledad y puedo estar en casa en un rincón leyendo un libro. La soledad no es el problema, sino la prohibición de besar o abrazar a la gente que amas".