Los viajes de la Infanta Elena que dejan al descubierto las peores grietas familiares

Elena María Isabel Dominica de Silos de Todos los Santos de Borbón y Grecia, o como todos la conocemos, la Infanta Elena, es la única de todos los Borbón que ha merodeado por todo el mapa europeo este verano. Las razones no están del todo claras, pero sin lugar a dudas podemos intuir que no hace falta tener la coronita para hacer lo que le plazca.

Es que la Infanta Elena ha sido muchas veces la rebelde de la familia. Es la única que ha visitado con alguna frecuencia a su querido padre en los Emiratos Árabes, uno de sus planes preferidos. De paso, aprovechó para vacunarse sin que le fuera designado un turno correspondiente.

Pero Abu Dabi no fue el único destino en su calendario. Una de las paradas de la Infanta Elena han sido las paradisíacas playas de Bidart, en el País Vasco francés. Quiso estar al lado de su hermana, la Infanta Cristina, quien en estos momentos se encuentra viviendo uno de los mejores momentos de su vida.

Luego de que saliera a la luz el escándalo del caso “Noós”, Iñaki Urdangarín recibió el privilegio de las salidas transitorias, algo que ha alegrado muchísimo a la Infanta Cristina. Una inmensa alegría que solo la podría compartir con su hermana mayor.

Así como la Infanta Elena mantiene cálidas relaciones con su hermana y con su padre, no ocurre lo mismo con su hermano, el Rey Felipe. Con ellos la relación es un poco más rencorosa y áspera. Muchas veces el actual monarca ha regañado a su hermana por las indisciplinadas actitudes de sus sobrinos Froilán y Victoria Federica en plena pandemia.

La primogénita de los Borbón-Grecia ha sido una de las mayores influencias para su hermano. Al seguir vigente la ley de ese momento, que dictaba que los varones tenían prioridad por sobre las mujeres en la herencia del trono, no le quedaba otra opción que ser su institutriz. Se ve que esa deuda no ha quedado del todo saldada, aunque Felipe insista en mirar hacia otro lado.

Elena de Borbón es la mayor de sus hermanos, dicen que es la favorita de su padre y que ha sido la relacionista pública de la familia. Sabe inglés, francés, italiano, griego y catalán. Es amante de las novelas románticas y le apasiona el cine como a su madre, pero también la caza, como a su padre. De hecho, ha sido la única que lo ha acompañado cuando se cumplió un año del “autoexilio” del Rey Juan Carlos. Eso quizás la convierta en la favorita de la familia.