Lealtad

El maravilloso legado que Rocío Jurado mantuvo presente hasta el último día de su vida

La cantante sabía cuáles eran sus prioridades siempre.
domingo, 26 de septiembre de 2021 · 07:30

Rocío Jurado se caracterizó por parecer una mujer fuerte y de mucho carácter, que se pondría frente al mundo si fuese necesario con tal de proteger a los suyos. Sin embargo, no muchos saben que cuando era tan solo una niña, las circunstancias de la vida la obligaron a ser una completa leona ante las adversidades, puesto que no le quedó más remedio que hacerlo.

“La niña de los premios” empezó a los ocho años a actuar en las presentaciones escolares y hasta en concursos de radio donde su tío Antonio, hermano de su madre, la anotó en una emisora en la cual resultó ser la ganadora de 40 euros, premio que utilizó para comprarles calzado a sus hermanos, Gloria y Amador Mohedano.

Muchas personas creerían que Rocío Jurado tuvo una vida fácil debido a que poseía un talento indiscutible, pero resulta que fue todo lo contrario, desde muy pequeña le tocó afrontar la adversidad de sacar adelante sola a su familia, ya que no contaban con los recursos necesarios para hacerlo. Y, mucho menos luego del fallecimiento a temprana edad de su padre, quien había sido el sostén de la familia.

Sus dos pilares y amores le enseñaron que debía luchar para conseguir lo que uno quiere. Su padre Fernando Mohedano y su madre Rosario Jurado Bernal, dos personas a las cuales, hasta su último minuto de vida, les estuvo agradecida por los valores dados.

“Lo mío era cantar y vine a varios concursos a Sevilla movida por la ilusión que tenía mi tío Antonio de oírme algún día cantar en la radio. Yo siempre había cantado, y el único que me alentaba de toda la familia era él, mi padre decía que antes muerto que tener una hija artista, y lo que es la vida, murió él y yo no tuve más remedio que dedicarme a cantar para sacar adelante a mi familia”, confesó en alguna oportunidad Rocío Jurado.

Más allá de que Fernando Mohedano no quería que su retoño se dedicara a ser una artista, siempre apoyó sus sueños, puesto que era un amante de la música y el flamenco, seguramente “La más grande” lo heredó de él. Rocío Jurado, como toda buena hija, aprendió del ejemplo de sus padres y se puso a su familia al hombro, tomando el rol de padre y madre de sus hermanos, tal como lo ha confesado Amador Mohedano sobre el papel que cumplió la artista en sus vidas.

Yo nací en el seno de una familia muy unida. Fernando Mohedano, mi padre, era guapísimo, y mi madre, Rosario Jurado, que era bellísima, formaban una pareja maravillosa. Era una familia que se adoraba, no solamente mis padres, sino toda la familia, siempre hemos estado muy unidos.

No quedan dudas de que Rocío Jurado ha disfrutado mucho poder compartir el tiempo que pudo con sus progenitores, a quienes siempre les ha estado agradecida. Pero seguramente en la actualidad estaría muy dolida con su familia, puesto que ninguno sigue con su legado de saber valorar a sus seres queridos.