Inesperado

El pedido de Andrea Janeiro a Belén Esteban que desvela sus sentimientos por Jesulín de Ubrique

La hija de la colaboradora toma una insólita determinación.
martes, 11 de enero de 2022 · 05:00

Belén Esteban es una de las grandes mediáticas de la prensa rosa española, y paradójicamente tuvo una hija que se quiere mantener lo más alejada posible de la palestra. Es que Andrea Janeiro creció viendo como su madre peleaba a su padre Jesulín de Ubrique en directo, y ese mundo televisivo le creó tanto daño que hoy en día lo rechaza tajantemente.

La joven jamás ha participado en ningún escándalo y quiere ser una persona anónima. Por este motivo Andrea Janeiro decidió vivir fuera de España desde que cumplió la mayoría de edad y se mudó a Reino Unido, donde realiza sus estudios en Comunicación y vive una vida discreta, sin tener que huir de los reporteros.

Belén Esteban y Andrea Janeiro.

Si hay algo que dejó claro la hija de la colaboradora, es que no quiere participar de ningún juego mediático y se maneja con extrema prudencia, por eso nunca se ha pronunciado abiertamente sobre la eterna pelea de sus padres, o sus verdaderos sentimientos hacia Jesulín de Ubrique, que se muestra como un gran padre con los hijos que comparte con María José Campanario, pero Andreíta no recibe lo mismo.

Belén EstebanJesulín de Ubrique.

Belén Esteban ha estado más de dos décadas denunciando públicamente en los plató el presunto trato desigual que recibiría su hija Andrea, quien a pesar de las pocas demostraciones de afecto, aún sentiría cariño por su progenitor. Tanto es así que le pidió a su madre que no se deshaga del único recuerdo del amor que hubo entre ellos.

Se trata de un tatuaje que lleva Belén Esteban en su piel. Pero no es cualquier diseño, ya que estamos hablando de la figura de un toro que la colaboradora eternizó en su cuerpo cuando estaba enamorada de Jesulín de Ubrique, y la joven le habría suplicado que no se lo quite. La colaboradora escucha a su hija y aún tiene ese toro, que le recuerda aquellos lejanos años cuando no existía la enemistad con el diestro.