Así han cambiado las vidas de la Infanta Elena y Jaime de Marichalar luego de su ruptura

A casi 13 años de la confirmación del divorcio, anunciado el 13 de noviembre de 2007 por la Casa Real, ya no queda nada del matrimonio que supieron concebir la Infanta Elena y Jaime de Marichalar. En cambio, ha quedado grabado el comunicado que, repleto de eufemismos, sentenció “el cese temporal de la convivencia conyugal de los Duques de Lugo”.

La hija mayor del Rey Juan Carlos y el aristócrata navarro se casaron el 18 de marzo de 2005, en una ceremonia celebrada en la catedral de Santa María de Sevilla. La boda real contó con 1.300 invitados, entre los que se destacaron figuras de la política y de 38 Casas Reales. 

Fue un acontecimiento para la ciudad y cerca de 150.000 sevillanos salieron a las calles para seguir los detalles, que luego fueron retransmitidos por TVE, con una audiencia récord de 10.5 millones de espectadores. Todo un hito. 

Sin embargo, con los años, el matrimonio comenzó a resquebrajarse, principalmente por las incompatibilidades entre las vidas que llevaban la Infanta Elena y Jaime de Marichalar. Ella siempre tuvo inclinaciones por los deportes hípicos y los encuentros familiares, mientras que él prefería la nocturnidad y el mundo de la moda. 

Precisamente, desde que abandonó la Familia Real, Jaime de Marichalar ha desempeñado diferentes roles como asesor de moda y ha trabajado, por ejemplo, para LVMH, una empresa multinacional que maneja cuentas tales como Louis Vuitton o Dior. 

Sus gustos fueron contagiados a Victoria Federica, con la que suele compartir visitas a eventos y desfiles, como sucedió recientemente en la Semana de la Moda en París.

Mientras tanto, desde que se alejó de Jaime de Marichalar, la mayor de los Borbón ha cumplido diferentes roles en la Fundación Mapfre, a la que ingresó en 2008. 

Con la relación rota desde la separación, tanto la Infanta Elena como Jaime de Marichalar evitan cualquier tipo de contacto, tal como cuentan allegados que ocurrió en el último evento que compartieron. Fue en el Palacio Liria, el pasado 22 de septiembre, por el cumpleaños de Ira de Fürstenberg. Dicen que ni se hablaron y que la ex Duquesa de Lugo se fue antes, para no tener que siquiera verlo.