El deceso de la Reina Isabel causó dolor y tristeza en el Reino Unido, que veía como una etapa llegaba a su fin, después de 70 años de reinado. Aunque llevaba tiempo resguardada en el castillo de Balmoral, en donde falleció el 8 de septiembre, había algo que mantuvo a su Alteza encerrada en un profundo dolor que nunca pudo procesar ni superar. 

En su reciente libro The new royals, la periodista británica Katie Nicholls reveló que la Monarca murió con el corazón roto y el motivo es uno solo: la salida de la Familia Real del Príncipe Harry y su esposa, Meghan Markle.  

Cuenta la escritora que la decisión de su nieto preferido, conocida en febrero del año pasado, sorprendió a la Reina Isabel, que apenas recibió el golpe perdió a las pocas semanas al Príncipe Felipe de Edimburgo, su compañero de casi toda la vida. 

El reencuentro distante durante el Jubileo

Es cierto que la Reina Isabel se reencontró con los Duques de Sussex durante el Jubileo de Platino, en junio. Pero nadie olvida que ocuparon un lugar bastante alejado y que no pudieron acompañarla en la foto que se tomó la Familia Real en el balcón del palacio de Buckingham. 

En el libro, que salió a la venta la semana pasada, Nicholls explicó además que hubo una cita privada, en la que su Alteza pudo conocer a Lilibet Diana Mountbatten-Windsor, la pequeña hija del Príncipe Harry y Meghan Markle, de apenas 1 año. Pero no hay fotos ni registros de ese momento, que fue preservado para la intimidad. 

Aunque nadie pueda afirmarlo, es posible que el Rey Carlos haya sido consciente de los últimos malos momentos de su madre y que por esa razón no pretenda aprobar un intento de aproximación de los Sussex, que aunque se encuentren radicados en Montecito, habrían aprovechado el funeral de la Reina Isabel para hacer un último intento de regreso a la "Firma".