INFANTA CRISTINA
El recuerdo más doloroso de la Infanta Cristina e Íñaki Urdangarin, a días de una fecha especial
Un cuarto de siglo y algo más que cuatro hijos.
La pareja que supieron conformar la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin atraviesa su punto final, a la espera del divorcio que iniciaron a principios de este año. Atrás quedaron los casi 25 años de un matrimonio que les ha dejado, además de cuatro hijos, una decena de escándalos mediáticos.
La Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin se casaron un 4 de octubre de 1997 en la catedral de Santa Eulalia, en Barcelona, ciudad en la que se habían conocido, después de que ella se radicada en 1992, tras una inusual salida y alejamiento de Zarzuela.
La boda de la hija menor del Rey se transmitió en vivo y fue seguida por más de 10 millones de espectadores por Televisión Española. A la fiesta asistieron 1.500 invitados, que fueron atendidos por 500 camareros, en el palacio Pedralbes.
Una historia marcada por el Caso Nóos
De la historia de amor entre la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin nacieron Juan Urdangarin y Borbón, Pablo Urdangarin y Borbón, Miguel Urdangarin y Borbón e Irene Urdangarin y Borbón, los cuatro hijos de la pareja, que tienen entre 23 y 17 años.
Las idas y vueltas en la pareja tomaron su máxima expresión cuando al ex Duque de Palma comenzaron a investigarlo por malversación de fondos. Primero debieron mudarse a Washington D.C., para que Iñaki Urdangarin se desempeñara como ejecutivo de Telefónica.
Sin embargo, la investigación por la supuesta sobre facturación por alrededor de 50 millones de euros para la construcción del Palma Arena en las baleares precipitó el regreso a España y su posterior encarcelamiento.
Pero ni los correos electrónicos que confirmaban la infidelidad del exjugador de balonmano ni la condena lograron separarlo de la Infanta Cristina, que a su salida de la cárcel todavía lo mantenía cerca.
Hasta que Iñaki Urdangarin decidió terminar con todo. Fue a comienzos de año, cuando se mostró sin tapujos junto a su nuevo amor, Ainoha Armentia. Esa fue la gota que faltaba, o la que la ex Duquesa de Palma ya no podría obviar. El amor se había terminado hacía tiempo, después de tantos años de mentiras y engaños, que ya no se pudieron ocultar más.
