INFANTA ELENA

Lo que nunca nadie contó sobre el divorcio de la Infanta Elena y Jaime de Marichalar

Una historia que nació mal.
jueves, 17 de noviembre de 2022 · 03:00

En estos días se cumplen los 15 años del anuncio de divorcio de la Infanta Elena y Jaime de Marichalar, un suceso que sacudió a Zarzuela y que, luego de mucho tiempo, liberó a la hija mayor del Rey Juan Carlos de un matrimonio que se había convertido en un martirio.

En su blog "No es por maldad", Pilar Eyre recordó algunos de los sucesos jamás contados del primer divorcio en la familia Borbón, que en un principio fue resistido por el Rey Juan Carlos, quien finalmente cedió y aceptó los deseos de la Infanta Elena

Aunque cuidaron las apariencias, el matrimonio entre la Infanta Elena y Jaime de Marichalar nunca funcionó. Fuente: (Instagram)

El matrimonio de la Infanta Elena y Jaime de Marichalar se concretó el 18 de marzo de 1995, en Sevilla, y todos los gastos corrieron por cuenta del Emérito, que hacía poco había recibido unos 100 millones por parte del rey Fahd de Arabia Saudí, contó la escritora.

A pesar de la llegada de los hijos, en 1998 y 2000, la pareja nunca cuajó y entró en crisis en 2001, cuando a los 38 años Jaime de Marichalar sufrió un ictus que le cambió para siempre. De aquel hombre educado se pasó a una personalidad iracunda, capaz de lanzarle ofensas en público a la Infanta Elena o a cualquier desconocido. 

La pareja de Jaime Marichalar y la Infanta Elena se deterioró después del ictus que él sufrió en 2001.

Luego de algunos tratamientos en Nueva York, en donde la falta de dinero los llevó a vivir apretados, Doña Elena ya había aplazado sus deseos de divorcio lo suficiente como para convencer a su padre, que finalmente cedió. 

El anuncio del cese de la pareja llegó en 2007 y, desde ese momento, ni la Infanta Elena ni Jaime de Marichalar han logrado reconstruir sus vidas sentimentales. Ella se dedicó a los deportes hípicos y el se metió por completo en el mundo de la moda. Eso sí, casi ni se tratan. Solo lo mínimo e indispensable. Ya los niños se convirtieron en adultos y no hay muchas razones para seguir en contacto.