El planazo del Príncipe Alberto para retribuir a Charlène de Mónaco tras el desaire

El Príncipe Alberto y Charlène de Mónaco estuvieron hace dos semanas en Nueva York, para la entrega de los Premios Grace Kelly, tan significativos para el Principado como para la Familia Grimaldi. Sin embargo, durante la estadía hubo algo que no le gustó demasiado a la Consorte y motivó la rápida reacción del Soberano, para calmar las aguas.

Sucede que, aprovechando la estancia en la Gran Manzana, el Príncipe Alberto se hizo una escapada para reencontrarse con sus hijos, Jazmin Grace Grimaldi y Hugo Grimaldi-Coste, nacidos de sus relaciones extramatrimoniales (incluso antes de conocer a Charlène de Mónaco).

Ese movimiento pareció no agradarle demasiado a su actual esposa. En el regreso al Principado, el Príncipe de Mónaco organizó un planazo que incluyó un partido de rugby, para intentar ganarse de nuevo la confianza de su amada. 

La primera parada del sábado consistió en el pistoletazo de largada en la "No finish line", una carrera que se celebra en el Principado, que tiene fines benéficos y se concretó por primera vez en 1999.

Ya por la tarde, para complacer a Charlène de Mónaco, el Monarca viajó hasta Marsella y así disfrutar de un partido de rugby entre los seleccionados de Francia y de Sudáfrica, país en el que nació la Princesa Consorte. 

En las gradas, el Príncipe Alberto se mostró con una bufanda con los colores de la bandera sudafricana y siguió con mucha atención las alternativas del partido, que finalmente quedó para el equipo francés. 

Habrá que ver si estas apariciones acallan los rumores, siempre desmentidos, de una posible crisis entre Charlène de Mónaco y el Príncipe Alberto, los conductores del Principado.