PABLO URDANGARIN

Pablo Urdangarin y Froilán, dos primos separados por el peso de sus decisiones

Como agua y aceite.
sábado, 5 de noviembre de 2022 · 06:37

Que los dos sean nietos del Rey Juan Carlos no quiere decir que sean dos gotas de agua. Por el contrario, son casi como el agua y el aceite. Aunque nadie puede confirmar que haya un distanciamiento afectivo entre ambos, queda más que claro que Pablo Urdangarin y Froilán de Marichalar han decidido tomar caminos opuestos en una vida por demás acomodada y con muchas más ventajas que las del resto de los españoles. 

Aunque ser el hijo de la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin podría haber sido una pesada piedra que cargar sobre las espaldas, no hay día en que Pablo Urdangarin no salga por los medios agradeciendo el amor y los consejos entregados por sus padres. Increíble, pero cierto. A pesar de todos los escándalos familiares, el segundo de los Urdangarin y Borbón se ha trazado metas que poco a poco comienza a acariciar.

Pablo Urdangarin alimenta su sueño de ser jugador de balonmano en Barcelona. Fuente: (Instagram)

Ser jugador profesional de balonmano y en el poderoso Barcelona es algo que pocos pueden alcanzar, y el bueno de Pablo Urdangarin ya puede tacharlo de su lista de deseos. Es cierto que a los 21 años tiene todo un mundo por delante, pero no está dispuesto a desperdiciar su tiempo. Por eso, combina su actividad deportiva con el estudio y pronto será Management Deportivo, cuando concluya la carrera en EU Business School, de Barcelona. De no creer para un nieto de Don Juan Carlos.

Es que tener una vida aplicada no es demasiado propio de un Borbón. O al menos de los hijos de la Infanta Elena y Jaime de Marichalar. Sino alcanza con echar un vistazo por el derrotero de Froilán de Marichalar que, a sus 24 años, además de diferentes títulos universitarios en Administración de Empresas, ha acumulado varios titulares en la prensa rosa. 

A Froilán de Marichalar le gusta más la noche que a la propia Luna. Fuente: (Instagram)

Hace una década se accidentó un pie al dispararse accidentalmente con perdigones en lo que fue el principio de una próspera carrera mediática, sobre todo por su encanto por la noche.

Es habitual ver al cuarto en la línea sucesoria del trono en los clubes nocturnos más cotizados, protagonizando algún que otro escándalo, como ocurrió el mes pasado en una discoteca de Madrid. Ahí se peleó con unos turistas que le habían sacado fotos con un móvil y antes había estado en una fiesta en Marbella, que terminó con disparos.