PRINCESA MARTA LUISA
El verdadero motivo detrás de la “renuncia” de la Princesa Marta Luisa
Un papel puesto en duda.
La salida de la Princesa Marta Luisa de la Familia Real noruega no causó sorpresa ya que desde hacía semanas se rumoreaba el descontento del Rey Harald y del Príncipe Haakon con el desempeño de la mayor de la casa Glücksburg.
Aunque las razones esgrimidas por la Corona fueron el supuesto deseo de la Princesa Marta Luisa, todo sonó a un eufemismo para maquillar una salida forzada.
Los malestares con la hija del Rey Harald comenzaron cuando confirmó su compromiso con Durek Verrett, el chamán estadounidense que llegó a tierras noruegas para copar portadas y largos comentarios en la televisión, uno de los bastiones en los que se arengó a la opinión pública para agigantar el rechazo surgido desde el Palacio Real.
Las polémicas declaraciones de Durek Verrett abarcan desde tener la cura para el coronavirus hasta confesar que, en otra vida, fue Faraón de Egipto, palabras que rozan lo improbable y la racionalidad.
Bajo ese contexto, suena poco creíble el comunicado de la Corona noruega, que sostuvo que "la Princesa Marta Luisa quiere contribuir a una distinción más clara entre sus propias actividades y la asociación con la Casa Real. Por lo tanto, la Princesa renuncia a sus funciones oficiales y no quiere representar a la Casa Real".
La verdadera intención parece estar en despegar, lo máximo posible, a la Familia Real de los delirios del futuro esposo de la Princesa Marta Luisa, que a partir de ahora desaparecerá de las fotos de la Corona, aunque podrá asistir a eventos puntuales como cumpleaños y alguna celebración para la que será expresamente invitada.
La hermana del heredero del trono noruego deberá agachar la cabeza y seguir adelante con su feliz vida, que decidió construir junto al chamán estadounidense, que desde ahora podrá libremente continuar con su actividad comercial pero sin relacionarse con la Corona.
