El pasado 21 de octubre, Kiko Rivera sufrió un grave contratiempo en su salud tras padecer un ictus. Ahora y luego de llevar una alimentación más sana y hacer varios cambios en su estilo de su vida, retomó su agenda social y el sábado disfrutó de una jornada muy especial junto a sus amigos. 

En la localidad de sevillana de Gines, el DJ y su círculo más cercano tuvieron una cena navideña que se extendió más de la cuenta y terminó de fiesta a altas horas de la madrugada. A pesar de que esta celebración mostró que está de buenos ánimos, la jornada le pasó factura y el lunes amaneció con una fascitis plantar que le impide caminar.  

 A través de algunas historias en Instagram, el artista mostró lo doloroso e hinchado que tiene uno de sus pies junto al tratamiento que le recomendó su médico para aliviar el intenso dolor. "Tengo el pie como un mollete de Antequera y me duele tela, señores". "Soy un pingüino andando ahora mismo, pero en cuanto se me quite volveré a caminar como Forrest. Como duele", escribió.  

Sin embargo, afortunadamente no tendrá secuelas por haberse apuntado a la fiesta, tan solo deberá hacer algunas pruebas médicas para saber por qué sufrió el ictus a tan temprana edad, algo que es poco común.  

 La preocupación de Irene Rosales 

A todo esto, quien está realmente enfadada con el compositor es su mujer, Irene Rosales. En “El programa de Ana Rosa”, los colaboradores han dado detalles del conflicto y fue Pepe del Real quien apuntó: "Está recuperado, es cierto que sus hábitos de vida han cambiado, pero a Irene le asusta que vuelva a las andadas...". 

Y añadió: "A Irene le preocupa que vuelva a tener una vida descontrolada, ha dejado de fumar, va al gym... la semana pasada tuvo una cena, esta semana ha vuelto a tener otra, esto a Irene le preocupa hasta el punto que lo del pie le ha hecho cero gracia".