PRÍNCIPE GUILLERMO

El gran desafío del Príncipe Guillermo y Kate Middleton en Estados Unidos por culpa de Meghan Markle

Un viaje arriesgado.
viernes, 2 de diciembre de 2022 · 05:25

El Príncipe Guillermo y Kate Middleton están por primera vez en Estados Unidos, desde el fallecimiento de la Reina Isabel. Deberán lidiar con serios cuestionamientos que persiguen desde hace tiempo a la Familia Real Británica y que fueron avivados por Meghan Markle.

La llegada del Príncipe de Gales a la tierra de la libertad lo sumirá en una dimensión cuasi desconocida, debido al poco contacto que suele tener con la prensa del país. Pero en Boston es solo una personalidad más, a la que los estadounidenses no le deben ninguna pleitesía. 

El Príncipe Guillermo y Kate Middleton, en la entrega de los Premios Earth Shot. Fuente: (The Royal Family).

Es por eso que en su primer aparición en público en el TD Garden, para ver un partido de la NBA entre Celtics y Heat, el Príncipe Guillermo y su esposa, Kate Middleton, fueron abucheados por un reducido grupo que no pasó desapercibido.

Sucede que los Windsor no son los favoritos de los estadounidenses, atravesados desde hace años por una fuerte contra la violencia racista, que tantas víctima se ha cobrado.

Aunque el propio Príncipe Guillermo negó que su familia fuera "racista", después de que Meghan Markle dejara filosas acusaciones durante una entrevista con Oprah Winfrey, cada movimiento de "La Firma" es revisado con minuciosa rigurosidad. 

El Príncipe Guillermo y Kate Middleton visitaron hoy Somerville. Fuente: (Prince and Princess of Wales).

Sin ir más lejos, el viaje a Estados Unidos no pudo caerle en un peor momento al heredero del trono inglés. Una excolaboradora de su abuela, la Reina Isabel, que además es su propia madrina, debió renunciar como dama de compañía de la Realeza, después de ser acusada de racismo por una activista.

Pero las disculpas emitidas desde el Palacio de Buckingham u otros gestos podrán separar a la Monarquía británica de su matriz colonialista, que le costó la vida a miles de esclavos que fueron comerciados en Sudamérica y en el Caribe. Tampoco será difícil de olvidar que el Estado debió pagar una indemnización hasta 2015, contraída en 1834, cuando Reino Unido abolió la esclavitud. Lo más indignante es que se resarció económicamente a los esclavistas por sus pérdidas.