Uno de los perros de la Reina Sofía, clave para descubrir la infidelidad del Rey Juan Carlos

Mucho se sabe ya sobre la tierna relación de los Borbón con los animales, uno de los valores más destacables de la Familia Real y un ejemplo a seguir. El amor tan transparente de las mascotas le dejó ver a la Reina Sofía la realidad sobre su Esposo el Rey Juan Carlos, pero para eso hay que irnos atrás en el tiempo.

Corría el año 76, y el emérito estaba por ser delatado por su propio amigo, el Moro, frente a los ojos de la Reina Sofía.

Según le había informado a su esposa, el Rey Juan Carlos estaría de caza con amigos, sin embargo, cuando la emérita llegó y vio que su perro estaba en la puerta no hicieron falta las palabras.

Ese momento marcó un antes y un después en la vida de Sofía que ya no volvería a ver con los mismos ojos al hombre que eligió para compartir su vida. La soledad era acompañada por sus pequeños peludos Lhasa Apso tibetanos.

Las mascotas de Su Majestad comenzaron a gestar un gran sentimiento de odio contra el Monarca, que al llegar con su todavía esposa se le abalanzaban con imponente ira para defender a su amada dueña: "Si tenían que hablar (prácticamente no lo hacían), había que apartarlos porque los de Sofía se tiraban a la yugular"".