La salud de José Ortega Cano en vilo mientras Rocío Carrasco prepara el golpe final

Los últimos años no han sido los mejores para José Ortega Cano. En primer lugar, los años no vienen solos y ha comenzado a tener algunos problemas de salud, pero además se le suman los nervios que siente cada vez que Rocío Carrasco aparece en televisión para destapar los secretos de la familia.

De hecho, ahora preocupa un poco más la salud de José Ortega Cano que vive un desasosiego que ya no puede ocultar. Hace algunas semanas, tuvo recaídas y pasó por el hospital, por lo que ver a Rocío Carrasco no haría más que complicar su delicado corazón.

De alguna manera, José Ortega Cano no entiende cómo la hija de Rocío Jurado siga hablando tan mal de él y hasta ponga en duda el amor que tuvo hacia a la más grande, además de recordarle los episodios más tristes y difíciles de su vida. Aunque Ana María Aldón y Gloria Camila tratan de explicar que está todo bien con él, hay cosas que no se disimulan.

El medio Informalia se contactó con un amigo muy cercano al torero, aunque no quiso revelar su identidad, explicó: "José lo está pasando muy mal, es un buen hombre y no se merece todo lo que le está ocurriendo. Rocío no tiene perdón de Dios, es una mujer que parece que disfruta haciendo daño. Y todo por dinero, no tiene límites, le asesoran muy mal, a buen entendedor pocas palabras bastan, el odio que lleva dentro refleja su actitud ante la vida".

Por supuesto que cuando esta fuente se refiere al "consejero" habla de Fidel Albiac, señalado por toda la familia y por el mismo José Ortega Cano de ser el responsable del alejamiento de Rocío Carrasco con todos. Todo esto ha puesto al diestro en jaque, quien el año pasado tuvo que ser sometido a un cateterismo, le renovaron dos stent y le recomendaron que llevara una vida tranquila sin sobresaltos.

Justamente, después del estreno del primer documental de Rocío Carrasco, Ana María Aldón se mostraba muy preocupada por José Ortega Cano, en donde expresó que los nervios no le hacían bien y no podía controlarse. Esta semana, el maestro le respondió de mal modo a un reportero al solicitarle que lo dejara en paz, claramente este pedido parece decir mucho más.