DE NO CREER
La preciada joya de la Reina Isabel que arruinó su día más especial
Se supo uno de los grandes secretos de la realeza.
El 22 de julio de 1939, la Reina Isabel y el Príncipe Felipe de Grecia y Dinamarca se conocieron formalmente en el Royal Naval College de Dartmouth. Inmediatamente, quedaron completamente flechados.
Rápidamente, la Reina Isabel y el Príncipe Felipe avanzaron con su romance y, el 9 de julio de 1947, se dio el anuncio oficial del matrimonio. Para celebrar, hubo una fiesta en los jardines del palacio de Buckingham.
Meses después, la monarca y su enamorado dieron el "sí, quiero" el 20 de noviembre de 1947 en la abadía de Westminster. En aquel entonces, millones de personas quedaron completamente sorprendidas ante el velo, el vestido, el ramo y una joya muy particular que utilizó la Reina.
Durante todas las generaciones de la familia real británica, se utilizó la tiara Fringe, una joya que cuenta con 47 barras de diamantes divididas por puntas de metal.
Además de la Reina Isabel, la joya fue utilizada por la Reina Madre, la Princesa Ana y la Princesa Beatriz, quienes sufrieron incidentes en el día de su boda por culpa de la tiara Fringe.
Para muchos especialistas de la realeza, la tiara Fringe "está maldecida". Al parecer, esta teoría surgió cuando la monarca le contó a Kate Middleton la verdad detrás de la historia.
No sabía que la pieza había sido un collar y, sin querer, toqué el broche que unía sus partes. Pensé que la había roto para siempre. Me sentí bastante alarmada.
Minutos antes de la increíble boda, la Reina Isabel sufrió uno de los momentos más preocupantes a su vida luego de que se rompiera el regalo de su abuela.
