La prueba férrea del Rey Juan Carlos para aceptar a Jaime de Marichalar e Iñaki Urdangarin

Como cualquier padre, el Rey Juan Carlos quería lo mejor para sus dos hijas mayores, la Infanta Elena y la Infanta Cristina, a la hora de entregar en sagrado matrimonio a sus descendientes.

Tras la sonada separación de la segunda con Iñaki Urdangarin, diversos medios de comunicación se centraron en la prueba férrea que el esposo de la Reina Sofía dispuso para aceptar tanto al exbalonmanista como al que fue marido de su primogénita, Jaime de Marichalar, como un miembro más de la familia.

En concreto, según trascendió en la prensa rosa, el longevo soberano activó su "ojo paterno" mucho antes de las respectivas polémicas y acudió a un gran amigo suyo, Emilio Alonso Manglano, para estar seguro de que los pretendientes de sus hijas se casaban enamorados.

En aquel entonces, el hombre que ayudó al padre del Rey Felipe estaba a cargo del CESID y, en efecto, fue el encargado de brindarle a su confidente todos los datos procedentes de quienes se convertirían en sus futuros yernos.

Tal y como lo lees, antes de las respectivas bodas y con dos años de diferencia, el abuelo de la Princesa Leonor decidió mandar a investigar a los hombres que habían conquistado a sus herederas: Jaime de Marichalar e Iñaki Urdangarin.

Finalmente, con la máxima discreción, el Rey Juan Carlos se mojó de los informes obtenidos y no dejó rastro alguno de ellos en los archivos de Casa Real, pues los expertos en realeza dicen que la aceptación del Rey Emérito hacia sus yernos nunca estuvo completa. ¡No estaba errado porque ambos fallaron al juramento nupcial!