APARTADA

La Reina Sofía y las humillaciones del Rey Juan Carlos no tendrían fecha de caducidad

La Emérita no olvidaría los acontecimientos que marcaron su reinado.
jueves, 10 de marzo de 2022 · 05:00

En vísperas del inminente regreso del Rey Juan Carlos a España, la figura de la Reina Sofía toma especial interés debido a la expectativa que genera un posible reencuentro entre los padres del Rey Felipe. Según la agenda que tendría el Emérito al llegar al país, no existen, de momento, intenciones de pisar Zarzuela.

No sabemos si esto es un alivio o un desprecio para la Reina Sofía, quien siempre ha sido la mujer más discreta con su matrimonio pero que no ha podido evitar las consecuencias de los errores de su esposo

Una publicación digital de "Cotilleo" hace especial referencia a cómo ha sido el papel de la Reina Sofía a lo largo de los años, sobre todo después que el padre del Rey Felipe abdicara y los posteriores escándalos de corrupción.

Pero antes de la partida del Rey Juan Carlos, Sofía de Grecia ha tenido que aguantar los escándalos de infidelidad en sus narices, mismos que han encabezado las portadas de la prensa Real y que la han puesto casi en ridículo frente a los medios. Sofía ha tenido que sonreír, saludar y esperar que el tiempo haga lo suyo.

Precisamente esto es lo que ha sucedido, y con el paso de los años parece que logró sacar al Emérito de Zarzuela sin tener que hacer nada más que esperar. El Rey Juan Carlos la abandonó, pero ella, como si nada, ha encabezado los actos de representación de la Corona a través del Banco de Alimentos, la Fundación Reina Sofía y otras instituciones con importante presencia en el país. La Consorte no deja de estar al servicio, mientras su esposo pide privacidad.

Fue el 2 de junio de 2014 cuando las circunstancias cambiaron para la Reina Sofía. En ese momento ya todo parecía insostenible; llegó la abdicación a favor de su hijo, el Rey Felipe, y Sofía ya era una mujer condenada por las circunstancias. Todo el mundo conocía las aventuras de don Juan Carlos.

Se dice que en ese contexto solo rondaban dos opciones: el divorcio o la abdicación. La segunda fue la menos escandalosa y la más viable para aquel matrimonio tan deteriorado. Pero la siguiente humillación que le vendría a la Reina Sofía sería el título: "Reina Emérita", un papel secundario que estaría a la sombra de las funciones de su hijo, el Rey Felipe y de su esposa, la Reina Letizia, a quien le corresponde representar su propio papel como Consorte.

Más allá de su título actual, la Reina Sofía ha tenido que soportar durante años los desalientos del Rey Juan Carlos. Pero en la actualidad, con una rutina más tranquila que los pasados años, la Reina Emérita solo querría gozar de su lugar sin que las humillaciones vuelvan a casa.