La traición de la Reina Sofía que la Infanta Elena y la Infanta Cristina no logran olvidar

Es indiscutible que los miembros de la Familia Real se encuentran en la primera línea desde hace ya algún tiempo, en particular, desde que Iñaki Urdangarin decidió vincularse con otra mujer que no era la Infanta Cristina. Ante tales hechos, es que la seriedad de la Monarquía española es nuevamente cuestionada tal y como lo fue cuando la Infanta Elena y Jaime de Marichalar decidieron divorciarse. Estas situaciones harían reflexionar a la Reina Sofía acerca de qué hizo mal para que sus herederas fracasen en el amor.

Durante muchos años, especialistas en cuestiones relacionadas con la Realeza, como por ejemplo Jaime Peñafiel o Pilar Eyre, se encargaron de dejar al descubierto en varias ocasiones las verdaderas caras de los padres del Rey Felipe, pues los malos tratos y hasta las humillaciones que hicieron pasar a la Reina Letizia desde que formó parte de la Familia Real serían incontables y habrían generado más de un conflicto en Zarzuela.

Sin embargo, a pesar de que siempre la Reina Sofía se mostró ante el público con una sonrisa exponiendo que su vida es color de rosa, la realidad sería otra, ya que, desde hace décadas, las retoñas de Su Majestad, tanto la Infanta Elena como la Infanta Cristina no lograrían perdonar los errores de su madre que, posiblemente, generaron ciertas consecuencias en sus formas de vincularse con otros.

Doña Sofía no ha sabido crear hogar y no ha sabido ocuparse de sus hijas.

Expresó alguna vez Pilar Eyre al desvelar que las diferencias existentes entre la Reina Sofía y el Rey Juan Carlos, con los años, terminaron de pasar factura en su relación actual con sus herederas. Cabe recordar que la periodista comunicó en la revista Lecturas que la progenitora de la Infanta Elena “estaba enamorada de su retoño" mientras que "las Infantas crecieron asilvestradas, sin apenas atención familiar”.

Al pasar el tiempo, más allá de que la Reina Sofía haya intentado por todos los medios reparar sus errores del pasado, ni la Infanta Elena ni la Infanta Cristina lograron dejar en el olvido las preferencias de su madre, tanto es así que esto habría sido aquello que las obligó a retirarse de la residencia familiar cuando terminaron de cursar sus estudios universitarios. No obstante, no todo está perdido y, recientemente, se conoció que la Emérita viajó hasta Ginebra para acompañar a su retoña en todo el proceso de separación de Iñaki Urdangarin.