El secreto de Jaime de Marichalar que la Reina Sofía le escondió a la Infanta Elena

Luego de su ruptura amorosa de Luis Astolfi, la Infanta Elena conoció a Jaime de Marichalar, que por entonces era empleado de banca en la capital francesa. A diferencia de las anteriores parejas de la heredera de la Reina Sofía, el padre de Victoria Federica no recibió el visto bueno en Zarzuela.

Antes de su compromiso oficial en 1994, Jaime de Marichalar hizo todo lo que pudo para formar parte de la vida de la Infanta Elena. Tras un gran trabajo, la Reina Sofía quedó completamente encantada con los modales, la educación y el saber de su yerno.

Durante el tiempo en el que el empresario estuvo casado con Elena, el vínculo con Doña Sofía fue cordial. Incluso, la Monarca fue una de las personas que más se preocupó por el estado de salud del empresario.

A poco meses de la separación definitiva entre la expareja, la Soberana quedó completamente impactada con ciertos comportamientos y actitudes que su yerno tenía con su hija.

Más allá de su malestar por el divorcio, a la esposa del Rey Juan Carlos: "No le gustaba el trato que su hija recibió de su marido durante el tiempo que estuvieron unidos en matrimonio".

En el libro "Sofia: Nuestra Reina", la Reina Sofía dejó muy en claro que no le entusiasmaba la elección de su hija porque: "No estaba realmente convencida de que Jaime de Marichalar se hubiera casado con la Infanta Elena por amor". A pesar de su vínculo cordial, ella siempre creyó que a su yerno "le movieron otros intereses".