La dura infancia de Pablo Urdangarin sale a la luz

En el más reciente número de la revista "Lecturas", la periodista especializada en Realeza, Pilar Eyre, se adentra en el pasado desconocido de Pablo Urdangarin, el segundo hijo de la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, y quien se ha convertido en los últimos meses en el portavoz de la familia ante el mediático escándalo que generó la deslealtad de su padre.

El joven de 21 años se ha ganado el buen saludo de la prensa al mostrarse amable y claro con sus declaraciones respecto a los suyos; fue el primero en declarar a periodistas cuando se difundieron las fotografías de su padre Iñaki Urdangarin junto a Ainhoa Armentia. 

El hijo de la Infanta Cristina además es un talentoso deportista con una educación que le permite ir mucho más allá, pero esconde un pasado de acoso y desprecios, según revela Eyre. Todo estuvo relacionado con el caso Nóos y la investigación a la que su padre se halló sujeto durante años. "Los desprecios fueron constantes. Con el caso Nóos, la familia se trasladó a Washington. Los niños lo pasaron mal en el colegio; el mayor, Juan, sufrió 'bullying'", comenta.

La vida de Pablo y de sus hermanos no ha sido fácil desde los primeros años, pues siempre han tenido que estar en el centro del ojo público por las polémicas que ha protagonizado su familia. En la actualidad, esta realidad no es nada diferente: "Un periodista que fue a hacerles un reportaje me contó: 'Cuando ven un fotógrafo bajan la cabeza, dan mucha pena. Juan, con lo grandote que es, los protege, los coge por el hombro como si fueran sus polluelos'", escribe Pilar Eyre en referencia a los momentos incómodos que ha tenido que atravesar Pablo Urdangarin junto a sus consanguíneos por la demanda de periodistas y fotógrafos.

Lo cierto es que a pesar del pasado de Pablo Urdangarin, el cual le habría traído tanto sufrimiento, la periodista resalta el papel que juega el hijo de la Infanta Cristina en la actualidad y cómo es reconocida su figura, incluso internacionalmente.

"Tiene el tratamiento de excelentísimo señor y debería recibir honores de grande de España, allá donde fuere (...) Podría alternar con la flor y nata de los príncipes reales europeos, pero no lo han educado por este camino", finaliza la periodista.