INFANTA ELENA
Elena y Cristina, las infantas unidas por un tesoro común
Las hijas del Rey Juan Carlos tienen una buena relación.
Aunque Casa Real y la familia entera de la dinastía Borbón nunca ha sido lo que se diga salida de un cuento de hadas, hay algunos miembros que lograron aliarse a través del tiempo para resistir las injusticias, dos de ellas son la Infanta Elena y la Infanta Cristina, las hermanas siempre se han llevado bien.
En el último tiempo, toda la realeza española ha sido agitada por cientos de problemas: los ceses temporales de la convivencia, el Caso Nóos, púdicos exilios, adolescentes revoltosos y hasta herencias cuestionables, además de infidelidades que tanto la Infanta Elena como la Infanta Cristina han tenido que enfrentar.
Pero al hacer un análisis exhaustivo de todos los buenos acontecimientos que han unido a la Infanta Elena y la Infanta Cristina, nos encontramos con dos pares de curiosos accesorios que parecen demostrar que las hermanas son tal para cual y que hay un símbolo que parece demostrar su buena relación.
Hay fotografías que demuestran que las hijas del Rey Juan Carlos poseen un par de aretes iguales, pero en realidad no son idénticos sino muy parecidos, el de la Infanta Cristina es una pareja de cruces griegas de diamantes, enmarcadas en oro amarillo, y de las que cuelgan dos barritas de oro salpicadas por un par de brillantes hasta morir en una perla redonda.
La diferencia con los de la Infanta Elena es que no parten de una cruz griega, sino de un par de estructuras en forma de hoja. El origen de ambos pares de joyas es indefinido, dicen que podría tratarse de un regalo de la Reina Sofía que se habría sacado de un collar que ella lució en su juventud, de perlas pequeñas y casi idéntico a otro propiedad de su hermana, Irene de Grecia.
Por otro lado, también hay especulaciones que estos aretes de las Infantas Cristina y Elena podrían ser un regalo muy especial del Rey Juan Carlos, quien expresó cuando sus hijas eran jóvenes, que le molestaba mucho que todas sus pertenencias fueran heredadas de la familia y que no ostentaran un ajuar o un joyero de propiedad única.
