REINA ISABEL

El destino que la Reina Isabel tarde o temprano tendrá que enfrentar

Tiene sangre azul, no inmortal.
domingo, 20 de marzo de 2022 · 10:00

Los rumores sobre el delicado estado de salud de la Reina Isabel son cada vez más serios. El teletrabajo alejó a Su Majestad de los actos públicos, aunque ya eran pocos a los que asistía debido a su avanzada edad. Hoy esos dichos entre pasillos cobran más relevancia, aunque desde el palacio de Windsor nadie sale a aclarar absolutamente nada.

Las apariciones de la Reina Isabel son pocas. No acudió a un evento religioso el pasado 14 de marzo, lo cual hizo sospechar que había cierto engaño en la comunicación sobre su verdadero estado de salud. Cierto es que, tras más de 70 años al mando, merecería ya un buen descanso.

La Reina Isabel esconde su verdadero estado de salud. 

Libros, novelas, series y cuanta cosa se encontró en el camino se utilizó para describir el ejemplar rol de Isabel II de Inglaterra y su afición por sostener a la monarquía. De hecho, sus convicciones son hasta atemporales, pues ya sabemos la agonía que sufre desde hace tiempo el sistema monárquico en Europa.

Uno de los apodos de la Reina Isabel es «panzerkampfwagen», que en nuestra lengua quiere decir un carro de combate blindado de los que usaban los alemanes en la II Guerra Mundial. Como toda estructura, por más que sea inquebrantable, en algún momento comienza a quedar obsoleta o, lo que es peor, a estorbar.

Cuando falleció el Duque de Edimburgo, la Reina Isabel se vio en la obligación de empezar a dejar sus asuntos en orden. Ya comunicó a su pueblo que deseaba que Camilla Parker fuese Reina, gesto que no contentó a nadie por el amor e incondicionalidad que todavía se siente por Lady Di.

El Príncipe Carlos espera paciente su turno de gobernar. 

También decidió mudarse de palacio. Ya no viviría en Buckingham sino en Windsor, sitio donde se trasladó con su esposo para transitar la cuarentena y que, hoy por hoy, es su mayor refugio. Asiste a todo lo que puede de teletrabajo. Redujo sus horarios presenciales y mantiene sus cuidados las 24 horas. Prevé todo para lo que pueda ocurrir en cualquier momento, porque la Reina Isabel sabe que tener sangre azul no la hace necesariamente inmortal.

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