El hombre en el que se refugia la Infanta Cristina tras la deslealtad de Iñaki Urdangarin

La vida de la Infanta Cristina cambió por completo este 2022. La filial del Rey Felipe comenzó un año sin imaginar que su matrimonio se destruiría poco tiempo después. La deslealtad de Iñaki Urdangarin ha sido una de las situaciones más difíciles que le ha tocado enfrentar y en cada una de sus apariciones es evidente la tristeza que tiene. 

Sin embargo, eso no quiere decir que tan siquiera considere darle una oportunidad a su todavía esposo, nada más lejos de eso, para la hija del Rey Juan Carlos no hay perdón posible ante una tracición tan vil como la que vivió, después de todo lo que estuvo dispuesta a hacer por él. Por fortuna, la Aristócrata consiguió el apoyo que tanto necesitaba en una persona muy especial. 

Su hijo, Pablo Urdangarin le dio la primera alegría después de las semanas convulsas que ha atravesado la Infanta Cristina. Hace una semanas asistía a un partido de balonmano de su hijo en primera división donde no pudo disimular su orgullo desde las gradas. Además, al concluir la competición se acercó y se fundió en un emotivo abrazo con su heredero. 

El segundo hijo de Iñaki Urdangarin ha demostrado ser un chico muy educado que no dudó en dar un paso al frente y expresarse de forma educada cuando saltó por los aires las acciones de su padre. Pero también demuestra ser un apoyo incondicional para su madre en este momento tan duro que atraviesa. 

Al final de todo esto, es la Infanta Cristina la más afectada. El exjugador de balonmano sigue adelante con su romance con Ainhoa Armentia, mientras su exmujer sigue adelante dando todo por sus hijos, donde, sin duda alguna, Pablo Urdangarin ocupa un lugar muy especial, por lo que no duda viajar a Barcelona con frecuencia para compartir con él. 

La hermana del Rey Felipe solo espera cerrar muy pronto el capítulo de Iñaki Urdangarin en su vida, porque la decisión del divorcio no tiene marcha atrás, por mucho que aseguren que sigue enamorada y que por eso no renuncia a seguir usando su alianza de mujer casada, lo que pocos reconocen es que aquí la desleal no fue ella y, por lo tanto, respeta la institución del matrimonio y que seguirá haciendo uso del mismo hasta que se concrete legalmente la separación.