La Infanta Sofía podría arrebatarle a la Princesa Leonor lo que siempre quiso

La Princesa Leonor y la Infanta Sofía son como el agua y el aceite. Una es delicada, correcta, con un carácter demasiado serio para su edad, pero con un atuendo de niña. La contradicción vive en ella mientras que en la otra la espontaneidad y la frescura ruboriza más su imagen.

La Princesa Leonor en estos momentos se encuentra cursando en el UCW Atlantic College. Allí vivirá durante dos años para completar su formación escolar. Pero la Infanta Sofía no tiene por qué preocuparse de eso. Ella no tiene que cumplir ningún mandato o imposición, su camino está más despejado y eso se refleja en su comportamiento.

No cabe dudas que la espontaneidad y carisma de la Infanta Sofía sobrepasa abismalmente a la Princesa Leonor. Por más que la Reina Letizia insista en ello, es como un aire natural que no puede detenerse con normas u obligaciones. Sofía de Borbón cae mucho mejor, se ríe, no muestra rigidez y enseña partes mucho más humanas que su hermana.

La Princesa Leonor fue muy cuestionada últimamente. No a ella precisamente, sino a quienes la asesoran en su camino al trono de España. Su prima Victoria Federica ha marcado un camino que ha dejado muy en la sombra a Leonor. Además, se acerca la hora de dar su primera entrevista, algo que dudamos que esté preparada, además de que su madre la deje.

La Infanta Sofía presume de una amabilidad tan natural y amorosa, de esas que no se compran o se entrenan, sino que se nace con ellas. La Princesa Leonor podrá acudir a cuanto curso de etiqueta y protocolo haya disponible. No le queda opción, pues tendrá que hacerse de carisma a la fuerza.

Para Sofía el destino es completamente diferente. Basta solo con mirar el ejemplo de las Infantas Elena y Cristina como para darse cuenta de que las hermanas del heredero o heredera del trono tienen un rol muy secundario, las cámaras no las persiguen tanto y tienen un margen de error bastante más amplio que Su Majestad.