REINA SOFÍA

Las culpas que la Reina Sofía tendrá que lavar gracias a las Infantas Elena y Cristina

Todo debería caer sobre los brazos del Rey Juan Carlos.
lunes, 21 de marzo de 2022 · 10:03

La ultima desgracia en la familia real tuvo a la Infanta Cristina y a Iñaki Urdangarin como protagonistas. El fracasado matrimonio llegó a su fin, no sin antes repasar los constantes tropezones de nupcias en la familia real. Todas encabezadas por ella, la Reina Sofía, quien con su sonrisa intentó disimular el elefante dentro de la sala.

El Rey Juan Carlos fue siempre desleal e irrespetuoso con la imagen de la Reina Sofía. Desde el Palacio de Zarzuela insisten que los Eméritos se comunican a diario, algo que Jesús Mariñas no cree y tampoco nosotros. Cuesta más pensar que el cielo se tiña de verde a que Sofía de Grecia guarde algún tipo de aprecio hacia su esposo.

El Rey Juan Carlos fue desleal con la Reina Sofía y aún así no se divorciaron. 

Merecido lo tiene. Puede que el Rey Juan Carlos haya sido el principal instigador en ese exilio o, incluso, en el fracaso amoroso de sus hijas. La Infanta Elena, sin ir más lejos, se ha divorciado de Jaime de Marichalar desde hace mucho tiempo. Hoy, el exduque de Lugo (Lujo, para algunos) tiene mucha más presencia que su exesposa e incluso ha seducido a su hija a su rubro.

Muchos dicen que el fracaso amoroso de las Infantas tuvo que ver con la crianza sumisa que impartió en ellas la Reina Sofía. Acostumbrada a cumplir el deber y a no dejarse quebrantar por más que la estén humillando en público, es un acto que algunos lo toman como valentía. Otros como la más inhumana de las acciones.

La Reina Sofía habría aconsejado a la Infanta Cristina no divorciarse. 

Bien podríamos decir que las Infantas no quisieron seguir el ejemplo de su madre, aunque quizás Cristina de Borbón se haya resistido un poco. Hoy tiene que asumir, por más que le pese, que su matrimonio tuvo el mismo final que el de su hermana y el de su madre, aunque con la Emérita no haya un papel firmado.

La Reina Sofía hoy vive una vida de casi mujer soltera, viuda o divorciada. La ausencia de su esposo hizo que gozara de otra personalidad. Sin embargo, sigue cayendo sobre ella la culpa de una crianza fallida hacia sus hijas. Dicen que Sofía de Grecia habría insistido en que no firmen el divorcio sus hijas, pero el mal ejemplo de su matrimonio fue razón más que suficiente como para ejecutar lo que Sofía nunca se animó a hacer.