La terrible consecuencia que habría generado la ausencia de Charlène de Mónaco

El estado de Charlène de Mónaco es algo que, hasta el día de hoy, sigue provocando la angustia y desazón en sus seres queridos. A pesar que el pasado 12 de marzo se anunció el regreso de la exnadadora al Principado, todavía existen ciertas cuestiones e inquietudes que aparentemente estarían muy lejos de ser resueltas.

Durante los últimos días, se filtraron ciertas imágenes desde el programa alemán "Royal Talk" donde se pudo observar a la Aristócrata en el aeropuerto de Niza, antes de partir a Suiza, para un control médico en la clínica donde se mantuvo por cuatro meses recuperándose de los reveses que sufrió en su salud.

Asimismo, cabe destacar que la esposa del Príncipe Alberto II estuvo permaneciendo resguardada en uno de sus sitios preferidos: Roc Agel. El palacio elegido por los Grimaldi para tener un tiempo de desconexión de la agenda institucional está ubicado en la ciudad Peille y fue construido nada más y nada menos que por el suegro de Charlène de Mónaco, el Príncipe Raniero III.

Sin duda que la exnadadora tiene una especial prioridad: encontrar su estabilidad y recuperarse lo antes posible para poder pasar tiempo de calidad junto a sus hijos, los mellizos Gabriella y Jacques, quienes cumplieron siete años de edad el pasado 10 de diciembre. Y es que los pequeños herederos son quienes más sufren su ausencia.

Cada día se los ve más tristes.

Confesó una fuente cercana a la Casa Grimaldi. En esta línea, también aseguró que los niños, pese a acompañar a su progenitor a diferentes compromisos institucionales, no pueden ocultar su pesadumbre y aflicción al no contar con la presencia de su madre en plena etapa de crecimiento. Teniendo en cuenta esta situación es que Alberto II realizaría planes de esparcimiento junto a sus pequeños tal y como lo fue el partido de baloncesto del AS Mónaco con el equipo Feenrbahce Beko de Turquía, donde se pudo apreciar a la Familia Real disfrutar un agradable momento.