El recurso que usaría la Reina Letizia para mejorar su imagen pública

La Reina Letizia tiene fama de imponer varias reglas en el Palacio de Zarzuela, algo que no ha hecho ningún monarca de forma tan drástica y con detalles que no se tenían registro antes, como, por ejemplo, la alimentación. Es muy estricta, tanto con ella como con sus hijas.

Los procesados están prohibidos al igual que los dulces prefabricados. Todo pasa por su vigilancia ya que está firmemente comprometida en mejorar la Institución. Letizia Ortiz no nació entre la nobleza, pero su compromiso con la Corona pareciese como si lo fuera. Es la principal aliada de su esposo, el Rey Felipe, y su mensaje intenta penetrar hasta en las clases más populares.

Lo curioso es que muchas veces se vio a la Reina Letizia empatizar con la población a través de su lenguaje corporal, específicamente en sus atuendos. Ropas adquiridas en Zara o prendas repetidas conformaron parte de este mensaje de igualdad que Su Majestad quería implementar con la sociedad.

Un recurso estratégico se suma a esta camada de buenas costumbres, más cercana a la realidad de casi todos los españoles clase media que los de su entorno. Hace poco, “El Periódico” sacó un informe de que la Infanta Sofía y la Princesa Leonor usaban una colonia de Mercadona que no superaba los 5 euros, opción económica para que todas las jovencitas quieran oler a chica royal.

Pero la Reina Letizia también ha desplegado su estrategia. El medio “Información” reveló que la colonia que utiliza la Consorte no supera los 8 euros en la imitación más fiel, también procedente de Mercadona. El original es Aire de Loewe  cuesta un total de 70 euros mientras que la misma cantidad en su copia más fiel (casi exacta) se encuentra disponible en todas las vidrieras de la cadena de supermercados.

No por ser de la realeza o de la clase social más alta tienen que tener gustos tan excéntricos. De hecho, la Reina Letizia sabe cómo lidiar con esta situación debido a que ella no provino de una cuna de oro, tal como lo hizo su esposo y hasta sus propias hijas. El equilibrio justo lo aporta ella, con ese toque de exigencia, pero a la vez de empatía.