La decisión indeclinable del Rey Juan Carlos para hundir a Iñaki Urdangarin

Iñaki Urdangarin se terminó convirtiendo en el hombre más cuestionado del momento tras salir a la luz su ruptura amorosa con la Infanta Cristina y el inicio, para sorpresa de muchos, de la relación con Ainhoa Armentia, la mujer que fue señalada como la tercera en discordia entre la hija del Rey Juan Carlos y el exDuque de Palma.

Hace aproximadamente un mes y medio, todos los integrantes de la Familia Real vieron cambiar drásticamente sus vidas al comenzar a surgir rumores y especulaciones sobre el presente sentimental de Iñaki Urdangarin mientras aún se encuentra casado con la madre de sus hijos, pues, según se logró saber, ya estaría planeando irse a vivir junto a la asistente contable.

Ante estas llamativas e inesperadas informaciones que se dieron a conocer hace apenas unos días, el Rey Juan Carlos habría solicitado a todos sus seres queridos y, principalmente, a sus amistades que no se pronuncie bajo ninguna circunstancia el polémico asunto de Iñaki Urdangarin y su vida amorosa.

De hecho, Pilar Eyre, la especialista en Realeza, en su blog de revista Lecturas aseguró que el Emérito habría prohibido a sus personas cercanas que le faciliten de cualquier manera dinero a Iñaki Urdangarin: "A ese ni un duro". Esta situación se debe a que el Rey Juan Carlos logró saber que su exyerno “está arruinado y trabaja por 900 euros al mes”.

Esta circunstancia para muchos es totalmente inesperada, si bien todos son conscientes del daño que le causó el exatleta a la Infanta Cristina, no se puede dejar de mencionar que para el Rey Juan Carlos, en el pasado, Iñaki Urdangarin era considerado una de sus personas más queridas, llegando a mantener un vínculo similar de padre e hijo, incluso cuando ambos estuvieron involucrados en causas judiciales que cambiaron sus vidas para siempre.

Tan es así que el excuñado del Rey Felipe hace apenas unos días fue beneficiado con la libertad condicional coincidiendo este hecho con la información que se desveló sobre la decisión de la justicia española de no juzgar al Rey Juan Carlos por los delitos por los que fue investigado durante los últimos años.