La revelación de la Reina Sofía que pone a temblar a la Casa Real

A los 83 años de edad, la Reina Sofía pareciera estar más fuerte que nunca, pues a pesar de los diferentes problemas que empañan la estabilidad de los miembros de la Familia Real, ella no se deja amedrentar y siempre luce radiante con la frente en alto. Mucho sufrió a causa de su marido, el Rey Juan Carlos, pero eso ella ya tiene claro que quedó en el pasado.

De hecho, la madre de Su Majestad luce radiante en cada una de sus presentaciones, nadie se podría imaginar que día tras día piensa en el día de su muerte y no precisamente porque quiera que llegue, por el contrario, la Reina Sofía se encarga de seguir una dieta estricta para mantenerse saludable al 100%.

El nombre de la Emérita en griego significa sabiduría y, aparentemente, ella hace fiel honor a su gracia. En cada uno de sus actos, la Reina Emérita aparece radiante, erguida y resplandeciente, tal vez, esto se deba a sus creencias en la medicina ayurvédica y a su constante conexión con las tradiciones de la India. Tanto es así que su progenitora, la Reina Federica, y su hermana, son fieles creyentes del sistema filosófico y religioso budista.

Gracias a la influencia de su madre, la Reina Sofía sigue una dieta ovolactovegetariana basándose principalmente en alimentos naturales y sin grasas. Además, fuentes oficiales a Zarzuela confirman que le fascina dar largar caminatas para mantenerse siempre enérgica y saludable. No obstante, a pesar de sus creencias, la esposa de don Juan Carlos tiene un particular pensamiento respecto al día de su deceso.

Jaime Peñafiel se refirió a los anhelos de la Reina Sofía tras el fallecimiento de Enrique de Dinamarca, aquel 13 de febrero de 2018. Según el especialista en Realeza, la abuela de la Princesa Leonor confesó a la escritora Pilar Urbano dónde pretende que descansen sus restos mortales y, a diferencia de lo que muchos podrían imaginar, no quiere ser despedida en El Escorial, pues expresó que “no habría sitio allí para ella”. Cabe destacar que no es un asunto que la mortifique, por el contrario, parece estar muy relajada al respecto, puesto que sabe que no tendrá mucho que ver en esa determinación.

¡Allá ellos! Ese ya no es mi problema. Que hagan con mi cuerpo lo que quieran.