DE NO CREER
La fortuna de Jaime de Marichalar que Iñaki Urdangarin jamás podrá obtener
El exduque se enfrenta ante una difícil realidad.Al igual que Iñaki Urdangarin, Jaime de Marichalar tomó la decisión de separarse definitivamente de la Infanta Elena en 2009, aunque estaban distanciados desde hace dos años. En aquel entonces, el comunicado oficial del exmatrimonio fue anunciado en conjunto, pero distribuido por sus abogados en vez de por Casa Real.
En la actualidad, Jaime de Marichalar mantiene una relación nula con Elena, al igual que Iñaki Urdangarin con la Infanta Cristina, quienes continúan con su interrupción matrimonial y pocos apuestan ya por una reconciliación, visto el conflicto de las imágenes que salieron a la luz del exduque con Ainhoa Armentia, su compañera de trabajo.
Para sorpresa de muchos, el padre de Victoria Federica reconstruyó su vida rápidamente luego del divorcio con la Infanta Elena. Durante el matrimonio, el empresario cobraba un millón de euros al año gracias a los cargos por parentesco real, pero tras su separación definitiva de la hija del Rey Juan Carlos, fue expulsado.
A pesar que en Zarzuela todos le dieron la espalda, Jaime encontró una ventaja financiera en el mundo del lujo y la alta costura. Antes de su separación, se instaló en Loewe, también se consolidó como socio de la tienda de Manolo Blahnik en Madrid y se desempeñó como el asesor de una reconocida empresa que maneja la mayor parte del sector del lujo del globo terráqueo.
Gracias a su gran profesionalismo y su fuerte personalidad, el exmarido de la Infanta Elena también se transformó en la mano derecha de Bernard Arnault, el propietario de la primera fortuna de Francia. Afortunadamente, Jaime se hizo un hueco dentro del mundo que siempre soñó y todo indica que su hija sigue sus mismos pasos.
Pero a diferencia de Jaime de Marichalar, el padre de Pablo Urdangarin se encuentra completamente arruinado en el terreno financiero y su bancarrota provoca una verdadera inquietud para sus hijos.
Luego de su separación de la Infanta Cristina, el exduque pasó de vivir en una verdadera mansión, a cobrar alrededor de 900 euros al mes por su trabajo de asesor en un bufet de abogados. Con este insuficiente monto, Iñaki Urdangarin debe mantener a los hijos que tuvo con su expareja.