REY JUAN CARLOS

El principio del fin del legado del Rey Juan Carlos

Un día como hoy comenzaba su derrumbe público.
miércoles, 13 de abril de 2022 · 06:00

Todo imperio tiene su momento de expansión y de contracción. El reinado del Rey Juan Carlos tuvo su momento de gloria, pero las grietas pudieron más. Una caída y una quebradura de cadera supuso el principio del fin de la era Juancarlina hace diez años.

El 12 de abril del 2012 el Rey Juan Carlos se encontraba en África cazando elefantes junto a su amante Corinna Larsen y su hijo pequeño. Se cayó inesperadamente quebrándose la cadera y tuvo que ser atendido de urgencias, trasladándose hasta España para ser intervenido quirúrgicamente. La frase que resonaba decía “se nos muere”.

El 12 de abril de 2012 el Rey Juan Carlos sufrió una quebradura de cadera. 

Juan Carlos de Borbón tuvo muchos talones de Aquiles. Fue un monarca valiente, estratega, pero también muy contradictorio con sus acciones. No podemos negar que nos daba mucha diversión y gracia, algo que no ocurre con el aburridísimo formalismo de su hijo junto a toda su familia.

La quebradura de cadera simbolizó el fin de la era del Rey Juan Carlos. Sus palabras ni bien salió de la clínica de urgencias fueron: "Lo siento mucho. Me he equivocado. No volverá a ocurrir". Dicho y hecho. El Emérito tomó medidas drásticas desde aquel entonces, atendiendo, además, a los constantes ataques que recibía por parte de la opinión pública.

Corinna Larsen estaba allí y con este episodio fue imposible disimular el elefante dentro de la sala. Además, surgió la explosión del caso Noós, donde su yerno preferido estaba implicado junto a la Infanta Cristina. Ni hablar de sus propios problemas con Hacienda, los fondos tributarios y la malversación de bienes.

Corinna Larsen, amante del Rey Juan Carlos, estaba allí cuando el Emérito se accidentó. 

Don Juanca se operó en el Hospital USP San José de Madrid el 18 de abril de 2012. Su jefe de seguridad no podía creer el acontecimiento, más todo lo que vendría después. Dos años más tarde, el Rey Juan Carlos abdicaría para darle paso a su hijo. Con la cadera quebrada, nada más podía dar.

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